La Loca de la Familia 

Por: Alejandra Gómez Macchia / @negramacchia 

  1. Is this the life we really want?

Es la pregunta que nos lanza en su nuevo álbum Roger Waters, ex líder de la banda Pink Floyd, quien después de 25 años sin sacar material nuevo, regresa al estudio para grabar sus acentuados malviajes.

Waters se ha ganado el repudio de muchos compañeros músicos por sus posturas políticas. Waters se lo vive mandando cartas de petición para que nadie se presente a tocar a Israel. Waters es todo aquello que odiaba a los veinte años: se ha convertido en un personaje extremista e intolerante. Waters sigue y seguirá llenando estadios, mientras toque los éxitos de Floyd. No imagino una gira en la que sólo promueva su nuevo material; es denso y repetitivo. No prendería a la banda. Waters seguirá necesitando alzar los polvos de sus viejos lodos para sobrevivir. Waters se ha inmolado frente a sus fans. Waters ya no es Waters. Es un neurótico que se cree Roger Waters.

El problema en el nuevo disco de Waters es que refritea sus melodías. En Is this the life we really want? podemos encontrar rolas con los mismos patrones rítmicos e incluso el mismo fraseo que en canciones de Animals, Wish you were here y The Final Cut. Así, un tema que promete porque empieza con voces en off y efectos de sonidos innovadores, avanza y se transforma en una variación de Wellcome to the machine, sin la fuerza y la frescura de Wellcome to the machine.

Siempre me he declarado fan absoluta de Waters. Lo he defendido hasta el ardor, pero este disco es, en verdad, decepcionante.

Los viejos rockeros se empeñan en seguir vigentes y vemos a los Rolling y al viejo Dylan haciendo el ridículo cantando hasta villancicos navideños. Antes de escuchar Is this the life we really want? albergaba la esperanza de que Waters partiera plaza. Desgraciadamente no lo logró y más que eso: quedó expuesta su falta de re invención.

Esta es una obra tibia de senectud. El carbunclo extinto de esa llama que fue alguna vez Roger Waters.  Es el verdadero Final Cut del que otrora fue catalogado como genio.

Una pena.

  1. El cóctel que no queremos

Mete en una licuadora el disco Animals, la rola Wellcome to the machine, un Alfredo Jalife, dos minutos de breaking news de la CNN, la portada del Mal de Portnoy y la contraportada de Operación Shylock, una foto de Arturo Montiel y un póster grande de Richard Gere.

Mezcla un minuto.

Añade nuez moscada.

Refrigera.

Resultado: el nuevo disco de Roger Waters.

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