
La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam
Al más puro estilo priista fue el “dedazo” de López Obrador que beneficiará a Enrique Cárdenas en la puja por la gubernatura de Puebla.
Y ya hubo reacciones:
El senador Miguel Barbosa se bajó de la contienda a las pocas horas, en tanto que Alejandro Armenta advirtió que de confirmarse la unción sería “gravísimo”.
Los otros escorts de la historia empezaron a candidatearse para otras posiciones.
Es el caso del diputado Rodrigo Abdala de Bartlett, quien este fin de semana fue candidateado por los suyos en redes sociales como un buen prospecto para ser senador o diputado local o lo que se pueda.
(La candidatura a la alcaldía de Puebla, ya se sabe, quedará en manos de una mujer).
Armenta tendrá que ir pensando en otra posición que no altere los planes de López Obrador.
La más probable:
Una curul en el Congreso local.
Y aunque hoy no entienda o no quiera entender que ya hay candidato a Casa Puebla, terminará por aceptarlo.
El paraíso no es como lo pintan.
Junto a un Dios bondadoso no hay angelitos que tocan el arpa y bailan en rituales celestiales como lo hacen los Krishnas afuera del Metro Chabacano, en la Ciudad de México.
En el paraíso de Morena hay un Dios que fustiga a Los Ángeles y los humilla hasta el cansancio.
Es un Dios amargado que sólo busca el poder a costa de sus empleados.
O súbditos.
O querubines venidos a menos.
Rodrigo Abdala de Bartlett es un buen ejemplo del vasallaje que se practica en Morena.
Cuando vio que las luces se encendían en favor de Enrique Cárdenas, tragó sapos, se refugió en el regazo de la tía Julia y lloró en silencio en el hombro de don Manuel.
Barbosa —más brillante y experimentado que todos los demás actores—organizó una rueda de prensa, declinó participar en la Encuesta Sheinbaum y dijo que lo importante era que López Obrador llegara a Los Pinos.
La madurez mostrada será recompensada.
No dude el hipócrita lector que en el camino del senador se halle una diputación federal que le permita liderar la muy poderosa bancada de Morena en San Lázaro.
Después de todo es un experto parlamentario —de los más cuajados que hay en el país— que se mueve como bacalao austral en zonas de piedras —muy profundas— con mucha corriente.
Otro escenario para Miguel Barbosa es que ocupe una importante posición en el Gabinete federal si los astros se le acomodan a López Obrador y logra burlar el fraude que desde ya se está organizando.
Mientras tanto, el gesto del senador fue muy bien visto en el despacho de la calle San Luis, de la colonia Roma, y en la emblemática colonia Del Valle.
Pero no crea Enrique Cárdenas que en automático ganará las elecciones de julio de 2018.
Por mucho que López Obrador lo acompañe en las giras o le levante el brazo o se tome fotos con él, para llegar a Casa Puebla enfrentará un mar lleno de piedras y tiburones.
Y puede darse el caso de que AMLO gane la Presidencia y Cárdenas pierda la gubernatura.
Sobre todo por los resentidos que empiezan a aflorar en esta primera etapa del proceso.
Otro factor visible en este momento sería que el ex rector de la UDLAP se enfrente a un ex rector de la BUAP —Enrique Doger—, quien se convertiría en un dolor de cabeza en los meses que vienen.
La guerra, hay que decirlo, sería brutal, sangrienta y dolorosa.
El Nuevo General de las Derrotas
Una nueva derrota sumó Fernando Manzanilla —Candy Man— en su vida política.
Primero perdió ante Tony Gali la candidatura a la alcaldía en 2013, luego José Juan Espinosa le arrebató la Presidencia Municipal de San Pedro Cholula, más tarde dejó la curul en el Congreso sin haberla tocado, hace unos días se abstuvo de ser apaleado en la asamblea morenista por Casa Puebla y este sábado fue humillado en la puja por la Senaduría.
Es un perdedor nato.
No gana una.
¿Qué viene?
No puede ser diputado local porque fue votado en las listas plurinominales de 2013.
¿Se conformará con ser candidato a una diputación federal?
¿Buscará ser regidor?
¿Quedará libre alguna Presidencia Auxiliar?
Unas Cuantas Palabras
Francisco García Bejos, subsecretario de Desarrollo Regional de la SEDESO, no dudó en reconocer a Gerardo Islas Maldonado hace unos días ante el gobernador Tony Gali, y durante la presentación del programa estatal “Hagamos Hogar”:
“En todas las entidades hay una Secretaría de Desarrollo Social o equivalente. Y si algo me da gusto es trabajar con el más entusiasta de los secretarios. Y ése es Gerardo”.
