Quienes trabajan en el lugar se echan la bolita sobre si en la planta alta se venden celulares robados

 

Por Osvaldo Valencia

En los pasillos de la Plaza de la Tecnología son constantes las preguntas: ¿Qué buscabas amigo? ¿Buscas algo para tu celular? ¿Estás buscando cargador, audífonos, funda? Puedes preguntar sin compromiso.

En este lugar la Fiscalía General del Estado realizó un operativo para catear un local que se presumía vendía aparatos robados por la banda liderada por El Kalusha.

Entre otras actividades que se realizan en la plaza, en la planta alta abundan locales cuyos trabajadores se dedican a la reparación de celulares. En muchos de ellos hasta al desbloqueo de dispositivos Android y iOS.

Para aparatos de cualquier marca que no sea Apple, el desbloqueo varía de los 150 a los 400 pesos. En el caso de los equipos de la manzanita, la liberación puede llegar hasta los tres mil pesos, aunque ello no desaparece el reporte de robo del móvil.

“A nosotros nos los traen y piden que los desbloqueemos, no sabemos si los robaron o qué, sólo lo hacemos porque es nuestra chamba”, dice un  trabajador.

Refirió que la mayoría de los locatarios dedicados a este servicio de reparación y desbloqueo de celulares no pregunta la procedencia del equipo y tampoco pide la factura de los mismos, ya que significaría una pérdida de más de la mitad de sus ingresos.

“A mí no me conviene pedir la factura porque si en un día gano cinco mil pesos, con esa medida mis ventas bajarían hasta dos mil o mil 500 pesos, y no solamente de esto vivo yo, hay otros que también viven de este negocio y no les conviene hacer eso”, asegura.

Refiere desconocer cuáles locales de la planta alta venden celulares robados o quitan piezas a los celulares que llevan a reparar. “Si no te ofrecen quedarte para que veas cómo lo hacen debes tener cuidado”, indica, aunque tampoco señala rostros por miedo a represalias y a terminar con la fuente de ingresos de quienes ahí trabajan.

 

OPERATIVO AFECTA INGRESOS

El mismo operativo realizado por la Fiscalía también le causó un agravio a los trabajadores de la plaza, pues luego del mismo las ventas cayeron hasta 50%, apuntan.

"Ni nos dijeron para qué fue el operativo, según vendían equipo pirata en un local. Ya hasta que se fueron, unos locatarios nos dijeron que el puesto era según de unos ladrones. Nomás nos pasaron a amolar, porque ese día se cayó la venta a la mitad", dice Nancy, una joven que labora en el lugar desde hace un año.

Por separado, Eduardo, quien e dedica a la venta de accesorios para celulares, recuerda cómo fue el operativo y, sobre todo, cómo quedó el lugar después. “Según decían que ahí vendían tabletas, de las que regala el gobierno, pero nadie nos dijo bien por qué lo hicieron. Fue a las 11 de la mañana, todos empezaron a cerrar sus locales y ya como a la una abrimos, pero ya nadie entraba.

“Como la gente ve que hay policías creen que vendemos robado y prefieren no entrar pero por lo menos los de abajo no hacemos eso”, subraya Eduardo, quien dijo que los locatarios de la planta alta le quitan piezas útiles a dispositivos en reparación y desbloquean celulares con reporte de robo para su posterior venta.

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