Ante representantes de esas unidades académicas, el candidato a la rectoría remarcó que ampliará el servicio del Sistema de Transporte, consolidará el cuerpo docente en el Área de Humanidades, además apoyará la investigación y mejorará las condiciones del persona
Por Guadalupe Juárez
Remodelar las unidades académicas en el Centro Histórico, ampliar el servicio del Sistema de Transporte Universitario, consolida el cuerpo académico en el área de humanidades, apoyar la investigación y mejorar las condiciones del personal de la BUAP se convirtieron en las promesas del penúltimo día de campaña de Alfonso Esparza Ortiz.
En su recorrido por las facultades de Psicología y Filosofía y Letras, el candidato reiteró que en los cuatro años de su gestión ha cumplido cada una de sus promesas; “es evidente el avance”, señaló ante cientos de universitarios.
Esparza Ortiz anunció el traslado de los departamentos no académicos a la Torre de Rectoría que se ubicará en Ciudad Universitaria, para así dejar libres los edificios que ocupan en el Centro Histórico y éstos sean utilizados para actividades de investigación y docencia.
Adelantó que en enero entregarán las nuevas instalaciones de la Facultad de Psicología en el Barrio de Analco, conformadas por más de 40 aulas, un espacio deportivo y un estacionamiento, muestra –dijo– del empeño por conservar el patrimonio histórico que se encuentra a resguardo de la universidad.
Por ello, dijo que trabajará con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para continuar la intervención de inmuebles.
Fortalecerán entrega de apoyos y programas
Además, se comprometió a proporcionar un vehículo para el Colegio de Antropología Social, a fin de fortalecer el trabajo de campo, así como ampliar la entrega de becas alimenticias y otros apoyos universitarios que eviten la deserción.
Al respecto, dijo que seguirá el programa Lobomentor y la orientación vocacional, con lo cual –afirmó– han evitado que los estudiantes abandonen sus estudios. También señaló que procurará la inclusión de estudiantes con alguna discapacidad, para lo cual las intervenciones en la infraestructura están pensadas para no dificultar su movilidad.
Ante las peticiones del cuerpo académico y los trabajadores de la BUAP, Esparza Ortiz se comprometió a adecuar los estatutos de contratación, promoción y permanencia. En esta área dijo que también facilitará el proceso para los interesados.
Explicó que aunque revisen casos como los trabajadores de outsourcing no todos podrán incorporarse a la base laboral universitaria debido al mecanismo de finanzas de la máxima casa de estudios estatal.
Alfonso Esparza afirmó que la mayoría de los empleados le han externado que están contentos con las prestaciones que ofrece la universidad debido a que son mayores a las de otras escuelas públicas.
Sus preocupaciones y planteamientos, en mi plan de trabajo
Por Guadalupe Juárez
Alfonso Esparza Ortiz da pasos firmes entre los edificios que vieron nacer a la BUAP. Ante la comunidad universitaria lo mismo toca el tema de la igualdad de género que las condiciones laborales, los intercambios escolares, el transporte universitario, la investigación o la remodelación de edificios.
No hay quien lo increpe o le exija, todo es reconocimiento y sugerencias para su plan de trabajo de los próximos cuatro años, el cual presentará un día después, para cerrar la campaña de porras y escuchar su nombre a coro.
Con cada petición lanzada por el alumnado, el rector sonríe y contesta: “Todas sus preocupaciones y planteamientos los abarca mi plan de trabajo”.
Pero Esparza no sólo promete por prometer; eso lo dice frente a un centenar de personas que agitan pancartas mientras lo escuchan, que no todas las sugerencias –se sincera– pueden ser cumplidas.
“Sería muy fácil prometer en campaña pero es complicado de cumplir; no es tan fácil, no es así de sencillo”, suelta.
La gente lo ovaciona.
Estudiantes y profesores se toman selfies con él, los medios de comunicación lo asedian. Da una, dos, tres, cuatro entrevistas mientras los flashes lo bañan de luz.
El rector ofrece una sonrisa tímida y un saludo al aire a todo aquel que se asoma para ver quién es el que atrae la atención de un grupo de jóvenes que grita a su paso.