Después del temblor del pasado martes, optaron por quedarse y buscar a ingenieros que evalúen el daño en los edificios, pues protección civil no “revisó de manera exhaustiva”, dijeron

 

Por Osvaldo Valencia 

Desde el sismo del pasado martes, los colonos de la unidad habitacional Manuel Rivera Anaya viven bajo el peligro.

A falta de la revisión exhaustiva de Protección Civil, vecinos optaron por quedarse en sus casas y buscar a ingenieros civiles para evaluar el daño en su edificio y una solución.

La principal preocupación de los habitantes es el posible derrumbe de los tinacos de agua sostenidos por tres muros, los cuales por el movimiento telúrico se resquebrajaron y amagan con desplomarse sobre las casas.

“Hasta jueves a las tres de la tarde vino Protección Civil, dos días después del sismo. Nosotros les pedimos que vinieran a revisar porque estaban cuarteándose algunos edificios pero sólo los vieron por fuera”, dijo Elba Luz, del edificio 14.

Ella, al igual que otros vecinos, asegura que una de las primeras acciones que realizó Protección Civil Municipal fue revisar “superficialmente” el edificio 8 –con más daños visibles– y desalojar a los inquilinos.

“Nada más arrastraban los muebles y sentíamos cómo se cimbraban las casas, como si fueran a vencerse”, agrega.

Sismo los deja sin agua

Para evitar que el peso de los tinacos tire los muros que los sostienen,  los condóminos optaron por vaciar los contenedores y acarrear agua desde la cisterna.

“La manguera va y viene (por)que no tenemos agua en el tinaco para que no se nos vaya a caer encima”, cuenta una habitante del inmueble 14, quien pide el anonimato.

En este edificio, las autoridades sugirieron quitarlos, así como las paredes que la sostienen y sustituirlas por una plancha de metal para evitar los desplomes.

“Según ellos, vinieron para hacer su revisión que nomás fue por fuera, y nos dijeron que quitáramos  los tinacos de ahí. Nos muestran su presupuesto y según (ése) nos sale en 80 mil pesos, pero no nos especifican cuánto cuestan los materiales que traerán”, dice Leoncio Jiménez Pérez, inquilino del tercer piso.

Ante el elevado costo de la solución, los vecinos llamaron a ingenieros civiles para comparar los costos de la reparación del inmueble. “Mejor checamos quién nos da mejor precio y nos desglose mejor cómo se gastará el dinero”, opina.

El Daño en departamentos

Otros decidieron no opinar sobre la reparación del edificio, ya que en ocasiones pasadas las autoridades municipales no han revisado el interior de los hogares.

“A veces ya cuando tiemble mejor ni salimos; total, las autoridades no nos atienden, para qué corremos”, dice Raymundo Flores, un inquilino de la tercera edad que vive en la planta baja del edificio 10.

En su casa quedaron las muestras de los temblores del 7, 19 y 23 de septiembre: paredes cuarteadas, e incluso agujeros en la pared.

Su yerno, Alfredo López, cuenta que ni siquiera en el temblor pasado los de Protección Civil entraron a las casas para ver las afectaciones por dentro el edificio.

“De aquí a que esperamos que nos haga caso (los de) Protección Civil mejor me espero adentro a que se caiga la casa”, dice con decepción Raymundo Flores.

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