La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

La versión de que Melquiades Morales pudiera ser el candidato del PRI a la presidencia municipal de Puebla generó mucho ruido.

Los priistas, una buena mayoría, la vieron con ojos de esperanza.

Y no dudaron en candidatear a otros prospectos.

Un ejemplo:

Mario Marín como candidato a un distrito de la Mixteca.

(Está versión la compartí con el hipócrita lector desde el pasado 18 de abril).

El ex gobernador es mal visto en la ciudad de Puebla, pero no en la Mixteca, de la que es originario.

No es gratuito que en los últimos meses se esté moviendo por la zona de Acatlán.

Va a comidas, a bodas, a quince años.

Es padrino en los bautizos.

Su protagonismo parece estar avalado desde el centro del poder.

Ahí donde van a recurrir a cuadros probados que les den votos y que tengan recursos económicos y capacidad de operación.

Y es que de lo que se trata, es de ganar la Presidencia.

Hoy más que nunca, el PRI propondrá a sus mejores cuadros, pese a los candados que se puso en el sentido de repartirle cuotas a las mujeres, los jóvenes y los indígenas.

Pero “mejores” no es sinónimo de “bien visto”.

“Mejores” es sinónimo de “operación probada”, más allá de los prestigios o los desprestigios.

En ese sentido, nadie descarte en algún distrito de Veracruz a Fidel Herrera.

O a Joaquín Hendricks, de Quintana Roo.

O a Manlio Fabio Beltrones, de Sonora.

O a los regios o a los hidalguenses que fueron gobernadores y luego fueron desechados.

Incluso don Melquiades sería bien visto hasta por el morenovallismo.

¿Quién más conciliador que él para desactivar conflictos?

Si una película puede reflejar lo que veremos, ésa es “La noche de los muertos vivientes”, de George A. Romero, un filme de serie B que data de los años sesenta.

Suena descabellado para algunos.

Cosa de risa.

Pero así es la política.

Y cuando se trata de ganar lo de menos es abrir el clóset y sacar uno que otro cadáver.

Nota Bene: Cuando el partidazo nominó al doctor Alfredo Toxqui como candidato a presidente municipal de San Pedro Cholula, éste ya andaba en los 80 años de edad.

Y se fue a hacer campaña.

Y ganó.

Y terminó su periodo.

De hecho falleció cuando estaba por cumplir 91 años.

Don Melquiades apenas anda en los 75, y goza de cabal salud.

Faltaba más.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *