Las Serpientes

Por Ricardo Morales Sánchez /@riva_leo

Entre las filas del morenovallismo han comenzado a presentarse algunas dudas, luego de que su almirante e insignia, el ex gobernador Rafael Moreno Valle ha comenzado a ser objeto de diversos ataques mediáticos por diferentes frentes.

Tan es así que muchos creen que la designación del candidato del PAN a la gubernatura de Puebla será la señal definitiva para saber si su jefe político va a seguir adelante o va a tener que sentarse a negociar la plaza. Claro, esto por supuesto, si Moreno Valle no se convierte en el candidato de Acción Nacional a la Presidencia de la República, lo cual cambiaría todo lo anterior.

La situación política del país cambia minuto a minuto y también, lo que hoy se ve como seguro, mañana puede ya no serlo.

Lo real es que entre las filas del morenovallismo hay cierta desilusión y hasta una moral baja luego de que desde hace dos semanas las cosas no se han dado como se quisiera.

Ante este escenario, muchos comienzan a vislumbrar el panorama rumbo a 2018 y coinciden en que la señal que envíe Moreno Valle sobre sus planes, en caso —reitero— de no ser el candidato de Acción Nacional a Presidencia estará en función de quien vaya a ser el abanderado del blanquiazul a la gubernatura y no se equivocan.

Me explico. Si la candidata resulta ser, como todo indica, la señora Martha Erika Alonso, actual secretaria General del PAN, entonces la señal será que Moreno Valle va a buscar ganar a toda costa o incluso pudo y le alcanzó para negociar Puebla.

En caso contrario, si la candidata no es la señora Martha Erika Alonso, entonces la señal es que la negociación de Moreno Valle fracasó y lo están obligando a entregar la plaza, como en su momento ocurrió con el ex gobernador Mario Marín Torres.

La lógica es muy simple, el único personaje al que Rafael Moreno Valle no puede entregar, si es que lo obligan a ceder la plaza, es a su propia esposa.

Martha Erika es la figura mejor posicionada dentro del panismo y también de entre todos los que compiten rumbo a 2018.

Es la única que ha recorrido todo el estado de arriba abajo, yendo hasta el rincón más alejado de Puebla.

Nadie tiene la fortaleza que ella, tras haber integrado de manera directa a todos los comités municipales de su partido.

La estructura morenovallista no tiene un personaje del peso político de la señora para poder ser competitivo ante personajes como Enrique Doger, quien se perfila para ser el candidato del PRI a Casa Puebla o el ex rector de la Udlap, Enrique Cárdenas Sánchez, quien destaca para ser el abanderado por Morena.

A este coctel que ya se prepara, se debe agregar también el sistema de alianzas que se va a tejer rumbo a 2018, donde se afirma que por primera vez el morenovallismo no tendrá como su aliado al Partido Nueva Alianza, cuya propiedad pasó a manos del gobierno federal.

La situación que a inicios de año se veía más que favorable para el morenovallismo, hoy se ve complicada, aunque la ecuación, como ya lo expliqué, es muy simple. Si va Martha Erika será porque Moreno Valle no obtuvo la candidatura del PAN a la presidencia, pero le alcanzó para negociar Puebla y ganarla.

Pero cuidado, mucho cuidado, aunque el morenovallismo en estos momentos está herido, aún no es de muerte.

Muchos de los que ya desde ahora se han comenzado a alejar de la señora Martha Erika, a quien últimamente se le ha visto sólo con su equipo de trabajo, se pueden equivocar. Las lealtades siempre se miden en los tiempos difíciles y Moreno Valle ha demostrado una y otra vez su enorme capacidad de sobreponerse a las adversidades.

La rueda de la fortuna gira y gira.

 

UN PANISMO NACIONAL DIVIDIDO

Poco a poco lo que adelantamos en este mismo espacio se va cumpliendo, Margarita Zavala, esposa del ex presidente Calderón, se acerca al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, luego de la negociación que puso a Ernesto Cordero como líder del Senado de la República y que le dio la puntilla al cerillo Ricardo Anaya.

Pero Anaya no está liquidado, ya amenazó con una serie de sanciones en contra de los senadores, Gil Zuarth, Lozano, Cordero y demás, quienes le dieron golpe de estado.

Anaya se va a desquitar, luego de que se ha dado cuenta de que ya perdió cualquier confianza de Los Pinos, se va a aferrar a ser el candidato a la Presidencia de la República, lo cual originará la salida de Margarita Zavala de las filas del PAN para convertirse en candidata independiente.

El voto oposiwtor se va a pulverizar tal y como lo quiere y busca el presidente Peña, Margarita le podrá quitar votos de la sociedad civil a López Obrador, entre 5% y hasta 6%, suficientes para cerrar la contienda de 2018.

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