Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
El gobernador Gali anunció en la semana que Puebla cuenta con 70 millones de pesos para comenzar con la reconstrucción de las zonas que fueron afectadas, recursos que suenan insignificantes ante el tamaño de la desgracia ocurrida.
También informó que sí existe un seguro de daños contratado por el gobierno del estado, sin precisar el monto, cuya póliza se deberá activar para dar respuesta a una buena parte de la devastación que azotó a gran parte de la Mixteca poblana y la zona conurbada a Puebla capital.
Ahora viene el largo y tortuoso camino de la burocracia que suele envolver este tipo de tragedias y que esperamos que en esta ocasión se agilice tomando en cuenta la situación que priva en varios estados del sur y centro del país.
Me explico. Ahorita se tiene que levantar un censo de daños ocasionados en escuelas, hospitales, casas, iglesias, edificios públicos, carreteras, si las hubiera, en fin, un largo camino, lleno de complicaciones, pero sobre todo de burocratismo para poder tener acceso a los recursos tanto de la póliza como del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), mismo que se supone está dentro de un fideicomiso para que no puedan regresarse, ni utilizarse con otro fin que no sea atender las desgracias.
Afortunadamente, Tony Gali se puso las pilas al iniciar la reconstrucción y ser de los primeros estados en poder tener acceso a estos recursos que son más que necesarios, vitales para comenzar a trabajar en el tema de la reconstrucción, misma que será millonaria.
Tan solo la cantidad de escuelas que resultaron dañadas y deberán ser demolidas es impresionante.
Ni se diga del número de viviendas, mismo que se estima en más de 12 mil 500, de las cuales dos mil 500 que deberán de ser demolidas, con el consiguiente número de personas damnificadas.
Ya lo expliqué en una anterior columna, los desastres naturales sin lugar a dudas cambiaron la historia de Puebla y por supuesto, la administración de Melquiades Morales Flores, cuya gestión arrancó precisamente el 1 de febrero de 1999, el 15 de junio Puebla vivió un sismo casi tan terrible como el del pasado martes y en los primeros días de octubre de ese año, las lluvias más fuertes e inundaciones de toda su historia que devastaron la Sierra Norte de la entidad.
La organización y la participación de los ciudadanos que han apoyado, principalmente los jóvenes, tantas veces criticados por ser poco participativos, ha sido fundamental para la pronta reacción y atención de las comunidades más afectadas, aunque por supuesto, no faltan los señalamientos sobre algunas que se encuentran aisladas o sin apoyo por parte de ninguna instancia. Así como también los políticos imprudentes y las ratas malditas que han tratado de lucrar con la tragedia, sobre todo estos últimos son unos miserables.
De acuerdo con los últimos recuentos, son un total de 112 municipios afectados por este devastador sismo, mismos que poco a poco comienzan a recuperarse, principalmente aquellos enclavados en la Mixteca poblana, que vivieron de forma impactante esta tragedia.
Mención especial y gran reconocimiento para toda la sociedad poblana, la cual valientemente y de forma importante ha respondido al reto que ha representado esta tragedia.
LOS VACÍOS DE COMUNICACIÓN
Lo que ha llamado poderosamente la atención es que ante esta tragedia, hasta la fecha existen importantes vacíos de información.
Las autoridades se han limitado a informar a través de las redes sociales, sin que haya respuesta a un importante número de dudas que han surgido sobre diversos temas, uno de ellos el regreso a clases, el cual por fortuna fue subsanado.
¿A caso no fue más fácil dar una conferencia de prensa para que los medios informen y se dé respuesta a todas las dudas existentes y después ya subir información a las redes sociales?
En fin, por fortuna la organización de miles de ciudadanos y la ayuda también que ha recibido Puebla de manera solidaria por parte de otras entidades han sido muy favorables.
ESTALLA LA INCONFORMIDAD EN TIANGUISMANALCO
De verdad que hay algunos alcaldes que no entienden la magnitud de la tragedia ocurrida y uno de estos parece ser Artemio García Núñez, cuyo auto fue incendiado por vecinos de esta localidad.
Existen dos versiones, la primera es que se dice evitó que brigadistas provenientes de Nezahualcóyotl pudieran entrar a su comunidad para apoyar en las labores de reconstrucción.
La otra es que dejó libre a un delincuente que había robado unas bocinas en esta localidad.
