Las Serpientes

Por Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

Costosa, muy costosa le puede salir al país la nueva iniciativa emprendida por los partidos políticos para que renuncien a sus prerrogativas o como debe ser el término, reintegren el dinero de las campañas de 2018 a la reconstrucción.

La situación no es tan fácil como parece, suena bonito escuchar que los partidos políticos no utilizarán su financiamiento público y que éste se va a destinar para la reconstrucción en los estados afectados por el 19-S.

Pero el tema es mucho más de fondo y por supuesto, algo más que complicado, donde hay mucho de demagogia por parte de las principales fuerzas políticas de este país.

Y es que ante el clamor popular de que los partidos políticos cedan los recursos de sus prerrogativas correspondientes a 2018, el PRI y su dirigente nacional, Enrique Ochoa Reza, fueron los primeros en apoyar la medida; incluso, se apresuraron para no sólo apoyarla, sino también solicitarla ante el Instituto Nacional Electoral.

¿Por qué? Porque como lo dice Reforma, serían los primeros beneficiados por esta disposición.

Los recursos de las prerrogativas se irían al Fonden, por supuesto, luego de realizar una reforma constitucional, con el fin de que se pudiera realizar esta medida, antecedida también por otra reforma para permitir que la ley se pueda modificar por única ocasión en periodo electoral.

Estos recursos del Fonden beneficiarían al gobierno federal que podría acelerar la reconstrucción del país y por supuesto favorecerse electoralmente rumbo a las elecciones del próximo año y que no me digan que no.

El PRI también sale ganando si el gobierno federal acelera la reconstrucción, pero adicionalmente es el único partido que tiene todo el apoyo del mundo, a través de los diversos programas federales que sirven para apoyar a este instituto político, entonces por donde se le vea, el tricolor es el único que gana de todas, todas.

Para el resto de los partidos sería como darse disparos en los pies si se elimina el financiamiento público, pues se quedarían sin su fuente para sus actividades y mantenimiento, abriendo la puerta para que entre otro peligro, el privado de dudosa procedencia.

Tal parece que los partidos han entrado a una especie de concurso donde de lo que se trata es ver quién da más, sin querer quedarse atrás, pero dejar sin recursos a los organismos políticos implica varias cosas.

Más allá de que si se puede o no que cedan sus respectivas prerrogativas en total o sólo una parte, el hecho es que esto también sentaría un peligro debido a que recurrirían al siempre dudoso financiamiento privado.

Todos reconocemos que el gasto de los partidos políticos es verdaderamente insultante en un país lleno de pobreza como es México. En 2018, recibirán 12 mil millones de pesos, incluyendo financiamiento federal y estatal, y el gasto operativo del INE y el TEPJF, juntos, rebasará 22 mil millones de pesos.

El grave riesgo es que ahora esos recursos van a provenir de la delincuencia organizada, hecho que ya de por sí ocurre, pero que podría institucionalizarse ante la pérdida de las prerrogativas.

La disyuntiva no es fácil, desde donde se quiera ver; insisto, el PRI es el único que lleva las de ganar.

¿Aun ante este panorama el resto de las fuerzas insistirá en la demagógica solicitud de que se eliminen las prerrogativas?

Mucho, pero mucho, lo deberán pensar el resto de las fuerzas políticas que ya están entre la espada y la pared. Si se retractan quedarán muy mal ante la sociedad, misma que ya de por sí detesta a la clase política y si se mantienen en la misma línea entonces se darán, insisto, un tiro en las dos piernas, con los beneficios ya detallados y con los riesgos que todo esto conlleva.

 

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SAN ALEJANDRO NO SE DEMOLERÁ

Mucho ruido causó el futuro del hospital de San Alejandro. Lo cierto es que se van a construir dos nuevos nosocomios en la ciudad de Puebla con más de 200 camas, cada uno. Además, se proyecta la edificación de uno especializado en maternidad, con 150 camas, el cual estará en La Margarita.

Sobre el futuro de San Alejandro, el propio Enrique Peña Nieto dejó en claro que será reconstruido. En rueda de prensa, el pasado jueves, el mandatario federal reconoció que el daño en la estructura del hospital es tal que requiere de una reconstrucción total.

 

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