La verborrea de un rector extraviado

El rector de Universidad Madero de corte metodista, Job César Romero, de plano metió la pata al tratar de fijar su postura sobre la desaparición de una estudiante de la UPAEP y los crecientes feminicidios en la ciudad. La verborrea no tiene parangón: “Para mí se debe a la descomposición de la sociedad y a las libertades que las chicas tienen. Ahora, cualquiera de ellas puede salir a muy altas horas de la noche, puede regresar. Ellas han ido ganando espacios en las familias para tener esa libertad (...) Yo creo que en esa libertad, y en descomposición de la sociedad, se vuelven presas”. Que Wesley, Calvino y Lutero lo rediman. ¿Será?

 

Marín, el desmemoriado

Ahora resulta que la relación entre las administraciones estatal y municipal de Mario Mario Marín Torres y Enrique Doger Guerrero, respectivamente, hicieron “un gran trabajo juntos en plena combinación y armonía”. Al ex mandatario seguramente le falla la memoria y por ello olvidó que, si algo caracterizó la relación entre ambos gobiernos, fue una constante pelea y choques políticos, donde ambos intentaron derrocarse. Hoy existe un pacto entre ellos pero, por favor, que no mientan sobre una añeja cordialidad. ¿Será?

 

El camino de José Juan

Tal y como lo adelantamos en este espacio, el presidente municipal de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, anunció su posible salida de Morena para seguir los pasos de su padrino político, el jefe delegacional Ricardo Monreal Ávila, quien anda que echa pestes tras no haber sido electo por dedazo como el próximo candidato de ese partido a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Se especula que Monreal pretende acercase a Movimiento Ciudadano para obtener la candidatura o irse por la vía independiente. Por su parte, José Juan espera el siguiente movimiento. ¿Será?

 

Costosas distracciones

Algo no ha entendido Eduardo Rivera Pérez: las puertas del poder le han sido cerradas por su obstinación de convertirse en el contrapeso político del morenovallismo. Ya perdió un amparo y está en proceso de resolución uno más. En el Congreso local y la Auditoría Superior del Estado están plenamente seguros que obtendrán la victoria en los tribunales; mientras, Lalo Rivera sigue pensando que aparecerá en la boleta electoral. Incluso, en esa distracción de sus aspiraciones, ofreció hace no mucho un nuevo diálogo con el morenovallismo para encontrar una salida. La respuesta fue el silencio. ¿Será?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *