El partido “centro izquierda progresista” acumuló en ocho meses 11 mil 149 personas, quienes se sumaron a las ocho mil 718 que tenía desde su fundación en 2011
Por Mario Galeana
Tras salvar su registro como partido, el padrón de militantes de Compromiso por Puebla (CPP) ha crecido 227% sólo en lo que va del año.
Entre 2011 y 2016, el partido político local tenía apenas ocho mil 718 militantes, de acuerdo con un informe público del Instituto Electoral del Estado (IEE).
Pero, durante los primeros ocho meses de 2017, se sumaron 11 mil 149 personas, en total son 19 mil 840 afiliados en el instituto, el cual se ha convertido en fiel aliancista del Partido Acción Nacional (PAN).
La fuerza del autodenominado partido político de “centro izquierda progresista” no radica en la capital del estado, pues su padrón de militantes refleja que en la ciudad de Puebla sólo reúne a tres mil 890 agremiados.
La estructura del instituto se reparte, por igual, entre las sierras Norte, Nororiental, así como la zona de la Mixteca en el estado.
Compromiso por Puebla se constituyó en 2011, durante el primer año de gobierno de Rafael Moreno Valle. Precisamente, el partido retomó el nombre de la coalición forjada entre PAN-PRD-Nueva Alianza-Movimiento Ciudadano, que llevó al ahora candidato a aspirante a la Presidencia de México a ser el primer mandatario de alternancia en la entidad.
El partido tiene hoy como dirigente estatal a Ángel Trauwitz Echeguren, quien fue candidato a diputado federal por el PAN en 2015. Pero antes, desde su registro hasta enero de este año, quien dirigió al partido fue José Germán Jiménez García, ex encargado de despacho en la Secretaría de Desarrollo Social durante el gobierno del Moreno Valle.
A Compromiso por Puebla han arribado, sobre todo, políticos relacionados con Moreno Valle o reconvertidos en pro de su plataforma política.
En febrero de este año, por ejemplo, el ex priista José Alarcón Hernández renunció al tricolor y apareció, días después, rindiendo protesta como representante de CPP ante el IEE.
Alarcón Hernández había sido uno de los poblanos más cercanos al grupo Atlacomulco y su conocimiento en la alquimia electoral era reconocido por la cúpula de la política nacional. Pero, en el sexenio pasado, rompió con el PRI y fue nombrado delegado de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

