El edil de Huauchinango señaló que la gente está desesperada, pues sigue viviendo con familiares o pagando renta
Por Guadalupe Juárez y Mario Galeana
El gobierno federal y el subsecretario Juan Carlos Lastiri Quirós han incumplido con la entrega de cerca de 90 viviendas para los damnificados por el huracán Earl que asoló la Sierra Norte de Puebla en agosto del año pasado.
En entrevista, el alcalde de Huauchinango, Gabriel Alvarado Lorenzo, dijo que los afectados están molestos, pero confió en que el gobierno federal inicie la construcción de ellas a mediados de octubre.
“La gente está desesperada, molesta, tiene preocupación. Hubo un compromiso por parte del gobierno de la República, hubo un compromiso por parte de la secretaria Rosario Robles e incluso de Lastiri para que en estos temas se vieran los recursos en el momento, y no se han visto”, criticó.
El munícipe informó que son 90 viviendas las que faltan por entregar, por lo cual los damnificados ante las incesantes lluvias han tenido que continuar albergados con familiares o pagando una renta de un inmueble ante la recomendación de habitar en un lugar seguro.
“Yo entiendo que la situación del estado y del país es más compleja, pero espero que a pesar de eso destinemos estos recursos para Huauchinango”, dijo.
Alvarado Lorenzo rechazó que existan personas afectadas que hayan sido excluidas de la lista de beneficiarios tras perder su casa por el huracán como lo afirmó un grupo de 20 personas, pues, indicó, han “sido muy cautos” en la entrega de recursos.
Desconoció que exista un caso donde alguien se haya aprovechado de la tragedia para recibir una vivienda debido a que los censos fueron elaborados por los tres órdenes de gobierno.
En agosto del año en curso, Gerónimo Reyes, un pescador de la junta auxiliar de Xaltepec, denunció que a pesar de que perdió su casa nunca fue tomado en cuenta para que reconstruyeran su vivienda aunque cumplió con todos los trámites ante la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Relató que, al igual que 20 personas más que también perdieron sus hogares por Earl, fue apoyado con dinero del párroco de la comunidad, quien los respaldó para edificar sus casas.
Según él y otra de las afectadas, Martha Castro, el recurso fue recibido por otras personas que no perdieron nada.
