Por Mario Galeana
Alejandro Armenta Mier militó por 33 años en el PRI, y ahora, desde Morena, actúa en consecuencia. El diputado federal intenta una cargada a su favor desde distintos partidos y organizaciones, seguro de que el respaldo lo llevará a ser candidato al gobierno de Puebla.
En el tricolor lo llaman bufalada: grupos que anuncian en efecto cascada el respaldo a un candidato que ya ha sido designado por el presidente/gobernador en turno.
Pero el germen priista quizá no funcione igual en Morena, donde la designación del candidato al gobierno de Puebla será definida por una encuesta de la cual no se sabe nada.
Incluso así, Armenta Mier lo intenta. Este miércoles presentó a Luis Ernesto Rojas Blanca como líder del Partido Encuentro Social (PES) en la capital y uno más que respalda su candidatura. Pero el encanto duró muy poco: dos horas después el dirigente estatal, Raúl Barranco Tenorio, emitió un boletín de prensa donde rechazó que Rojas Blanca ocupa una posición partidista.
Mientras Armenta Mier anunciaba la cargada, una rueda de prensa más se realizaba de forma paralela, en otro lugar de la capital. Una noche antes, a las redacciones de los diarios locales llegó una invitación de migrantes poblanos que ofrecerían una conferencia.
Pero fue sólo un truco. Cuando los reporteros acudieron quien dirigía el evento era José Manuel Vázquez Cabrera, presidente de la Asociación Poblana de Atletismo. En los primeros cinco minutos de su discurso pidió apoyo para los deportistas locales y el resto fue para hacer una relatoría sobre las habilidades deportivas de Armenta Mier –“es cinta negra en karate”– y en lo mucho que ayudaría su candidatura al gobierno del estado.
La bufalada marcha, hoy, sobre el suelo de Morena.
Armenta y el PES
La relación entre Alejandro Armenta y el PES –un partido identificado con líderes religiosos cristianos– no es nueva. Desde la campaña electoral del año pasado, Miriam Martínez Tamariz, ex candidata a diputada federal, convenció a Armenta Mier de que tenía el respaldo de un importante número de operadores del partido de reciente creación.
El ex priista rentó una oficina propia: la idea era tejer una estructura alterna a la coalición PRI-PVEM-PES. El resto es historia: la candidata perdió frente al gobernador José Antonio Gali Fayad y el supuesto arrastre de votos de Martínez Tamariz fue eso: un supuesto.
Pero nada de eso dijo Armenta durante la conferencia de ayer, donde anunció que el presidente del Comité Directivo Municipal (CDM) del PES en la capital se sumaría a su posible candidatura.
Al anunciar su respaldo, Luis Ernesto Rojas Blanca denunció que el presidente estatal del PES ha manejado de manera irregular los recursos del partido.
Raúl Barranco Tenorio, dirigente del PES, respondió pronto a las acusaciones: en un comunicado dijo que Rojas Blanca no era el verdadero líder capitalino de su partido.
“Y, en consecuencia, cualquier declaración de grupos apócrifos carece de legalidad para emitir cualquier manifestación en favor de algún aspirante, si no se cuenta con un pronunciamiento oficial de nuestro partido”, dijo.

La bufalada y la encuesta
El empuje de Alejandro Armenta Mier para reunir apoyo a favor se inscribe en un enrarecido proceso interno de Morena: todos daban por hecho que el académico Enrique Cárdenas Sánchez sería designado candidato por López Obrador, pero ahora se duda de su participación.
Fue el senador Miguel Barbosa Huerta quien sembró la incertidumbre: aunque con el destape del académico anunció su baja de la contienda interna para “favorecer la unidad”, recientemente retomó sus aspiraciones y señaló, entre líneas, que posiblemente Cárdenas Sánchez no fue incluido en la encuesta que la dirigencia nacional de Morena realizará para definir a su candidato.
No hay nada claro. Morena ha mantenido en la opacidad todas las etapas del sondeo: tanto la empresa que la realizaría como la fecha de la publicación de los resultados.

