Por Ilse Contreras
Inmobiliarias han invadido el cauce del río Atoyac en la zona de Lomas de Angelópolis reduciendo el paso del afluente, lo cual representa un grave riesgo de inundación.
Alertó el ingeniero ambiental de la Universidad Popular Autónoma del estado de Puebla (UPAEP), Raciel Flores Quijano, quien indicó que la Comisión Nacional del Agua (Conagua), junto con la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (SDRSOT) serían las encargadas de vigilar esta situación antes de que se realizará cualquier edificación en la zona.
“Es ahí donde la autoridad debe de evaluar que no deben de tocar ningún punto del río que impida el paso del agua, porque eso generaría un problema serio y riesgo de inundación”, apuntó.

A su vez, Alejandro Pérez Villaseñor, director de la licenciatura en Ingeniería Civil del Tecnológico de Monterrey, coincidió en que los riesgos de inundación se han dado a partir de construcciones que bloquean el paso del afluente.
Explicó que la Ley General del Agua establece que no debe haber viviendas cercanas a ríos o barrancas, pues en periodos de lluvia existen más posibilidades de que las construcciones sufran afectaciones.
Un ejemplo es la empresa Asfalto y Asociados, la cual cerró y entubó el cauce de riachuelos, principalmente del río Atoyac, para la construcción del fraccionamiento El Delirio, esto ocasionó que, a finales de junio, casas de la zona de Lomas de Angelópolis se inundaran tras el desbordamiento del afluente por las intensas lluvias que se suscitaron en el mes.
Las inundaciones no son el único problema, Flores Quijano dio a conocer que han detectado casos de enfermedades gastrointestinales por el rocío de alimentos con agua sucia, así como dérmicas y oculares en personas que transitan por el andador del Atoyac.
“La gente está en contacto con los aromas, partículas, vapor que desprende el río y eso puede representar un problema de salud pública”, señaló.
De igual manera, Pérez Villaseñor indicó que las enfermedades más comunes son transmitidas por mosquitos o plagas que proliferan en el sitio, así como las afectaciones en el tracto digestivo y estómago por la contaminación en las cisternas de las casas por el desbordamiento del Atoyac.
Por ello, coincidió que es importante que las autoridades vigilen y realicen estudios de mecánica de los suelos y que permitan detectar qué tipo de terreno es adecuado para proponer una construcción.
