Por Ilse Contreras
Con el respaldo del presidente del Consejo Nacional del PRD, Ángel Ávila Romero, se formalizó la designación de Carlos Martínez Amador como dirigente estatal del Sol Azteca.
Durante su visita a Puebla, aseguró que el nombramiento de Martínez Amador está apegado a la legalidad, por lo cual estará blindado de cualquier impugnación que pudiera presentarse contra su designación.
En ese sentido, celebró la salida de Socorro Quezada Tiempo del Comité Directivo Estatal (CDE), ya que acusó que el partido estuvo controlado por el senador Miguel Barbosa Huerta —aspirante a la gubernatura del estado por Morena—, a través de la ex dirigente.
“Ha terminado una era en el partido para dar paso a una nueva etapa, donde el PRD de Puebla se va a manejar por los propios perredistas, donde va a renacer y ya no será controlado desde otro partido, como en su momento llegó a ser con Miguel Barbosa”, apuntó.
Indicó que Socorro Quezada fue notificada de su expulsión el 2 de noviembre por la Comisión Nacional Jurisdiccional ante el notario público número 29, por lo cual señaló: “No veo por dónde quiera tratar de revertir”, aunque está en su derecho de acudir al TEPJF.
Ávila Romero negó que la expulsión tenga que ver con la crítica de la diputada local hacia el ex gobernador Rafael Moreno Valle, por lo cual dijo que “sólo está buscando un pretexto para los resultados que dio”.
Agregó que la tarea principal de Martínez Amador será tomar decisiones que ayuden a la conformación del Frente Ciudadano por México en Puebla, iniciando foros con intelectuales, académicos y empresarios.
También trabajarán de manera conjunta con la nueva delegada política, Dulce María Arias Ataide, pues acusó que actualmente sólo hay 40 comités municipales de los 217 en la entidad que deberían haber estado constituidos antes de las próximas elecciones.
Afirmó que incluirán en la agenda legislativa temas como la legalización del aborto y la unión entre dos personas del mismo sexo, impulsados anteriormente por Quezada Tiempo sin el respaldo del grupo morenovallista, sin embargo, se “resolverán en términos democráticos dentro de los congresos estatales y federales”.
