Encrucijada
Por Luis Antonio Godina / [email protected]
Estamos a punto de celebrar un aniversario más de la Revolución Mexicana y, con ello, podemos repensar al PRI, sus propuestas y sus estrategias.
Eso estamos haciendo en el tricolor, construyendo entre todos un proyecto para Puebla.
Y es que tenemos que pintar a la entidad con otros colores.
Enrique Ochoa Reza, dirigente nacional del Revolucionario Institucional, dijo en una de las reuniones que hemos tenido los priistas poblanos que tenemos que trocar el triángulo rojo por un campo verde y productivo, tenemos que cambiar el azul desdibujado de Casa Puebla por el verde, el blanco y el rojo de la transformación responsable y la esperanza con justicia social.
En eso estamos enfocados los priistas: en entregar a los poblanos un documento que permita al estado ver hacia adelante y construir el futuro.
En el documento se establece que hoy los tricolores poblanos nos agrupamos en torno a causas, y la principal es hacer del ciudadano el centro de nuestra acción, el eje de nuestra actuación.
Los principios, las causas, el programa —agrega— están por encima de cualquier protagonismo. Las y los ciudadanos demandan eso: políticas y acciones concretas no reiteradas escaramuzas de personalidades.
La Visión de Puebla refiere que hoy en el estado debemos ser, una vez más, revolucionarios. Lo fuimos en 1862 y en 1867 en contra de la invasión y en favor de la República; lo fuimos en 1910 cuando ante la pasividad de los conservadores, los Serdán fueron masacrados; lo fuimos en la lucha universitaria de los años 60 y 70.
La revolución hoy es organizarse para que Puebla crezca y se desarrolle con justicia, para que los poblanos de las sierras Norte, Nororiental y Negra; los habitantes de valles centrales, de la Heroica Puebla de Zaragoza, del Valle de Atlixco y Matamoros; de la Mixteca y Tehuacán tengan las mismas oportunidades de desarrollo que merece su capacidad y talento.
En el PRI entendemos la nueva revolución como la transformación constructiva de la realidad. Por eso hoy en Puebla ser revolucionario implica estar a favor de la igualdad sustantiva, es estar a favor de acabar con la pobreza, es estar a favor de la apertura y de la agenda liberal.
Ser revolucionario —establece el texto— hoy es estar a favor de la defensa de nuestra soberanía en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, es estar a favor del combate a la inseguridad. Ser revolucionario es apostar por la consolidación de las reformas estructurales impulsadas por el presidente Enrique Peña Nieto.
La revolución del PRI perfila una Puebla más justa y más libre. Una Puebla como el espacio en donde todas y todos quepamos. En donde la democracia, la ley y la justicia social sean las únicas armas para proyectarnos con éxito al futuro.
