Entre quienes tienen segura una candidatura está Jorge Estefan, quien además lleva mano por su cercanía con Meade y como presidente del tricolor estatal

 

Garganta Profunda

Por Arturo Luna Silva /  @ALunaSilva

Mientras entre los políticos de medio pelo y las bases del Partido Revolucionario Institucional (PRI) la expectativa es alta y el trabajo y jaloneo arduos para conseguir una candidatura, los integrantes de la cúpula tienen seguro un lugar en las boletas de 2018. Solamente falta la definición de hacia dónde será: gubernatura, alcaldía capitalina, diputaciones o el Senado. Con el visto bueno de Los Pinos, del presidente nacional tricolor, Enrique Ochoa Reza y del casi seguro abanderado a la Presidencia, José Antonio Meade Kuribreña, la burguesía del priismo poblano recibirá a más tardar la primera quincena de noviembre la determinación de su futuro electoral. Ahora sí, esto ya comenzó en el tricolor y la disputa de los de arriba está en su apogeo.

Entre quienes tienen segura una candidatura está Jorge Estefan, quien además lleva mano por su cercanía con Meade y como presidente del priismo estatal.

Además, Jorge Estefan —con un escaño de lista nacional, el equivalente a plurinominal, asegurado— ha impuesto un veto al góber precioso, también conocido como Mario Marín, para impedir que meta mano en el proceso interno.

A lo mucho, a Mario Marín le darán suplencias para sus cuates, ahijadas y su grupo.

A la gubernatura iría el delegado del IMSS, Enrique Doger Guerrero, sólo si no hay acuerdo con el ex gobernador Rafael Moreno Valle y si Los Pinos verdaderamente quieren ganar Puebla.

Aún con definiciones por tomarse, aparecen con posibilidades de ir a la fórmula de candidaturas al Senado Juan Carlos Lastiri, subsecretario de la Sedatu; Luis Antonio Godina, director del ISSSTE y Jorge Juraidini Rumilla, director de Telecomm.

Si, como casi es seguro, se da una combinación de género hombre-mujer hacia la Cámara Alta, entran a la puja la coordinadora de los priistas en el Congreso local, Silvia Tanús Osorio; Ana Isabel Allende, delegada de la Secretaría de Gobernación y Xitlalic Ceja García, actualmente diputada federal. También Rocío García Olmedo, secretaria General del PRI estatal.

En esta fila de quienes, formados en la fiesta, recibirán con seguridad un pedazo de pastel, ese del que ya solamente falta definir el sabor y el tamaño, hay casos con más de una posibilidad.

La misma Xitlalic, por absurdo que parezca, está siendo contemplada como posibilidad a la alcaldía capitalina, si se requiere de género femenino.

Para Puebla capital está, asimismo, Víctor Giorgana, el coordinador de los diputados federales del PRI, pero también está apuntado entre los suspirantes al Senado.

Giorgana es uno de los cuadros más firmes del priismo poblano, con estupendas relaciones a nivel nacional y un trabajo de tierra que lo va consolidando como una carta fuerte para 2018.

Dos mujeres que tienen también en la bolsa la candidatura a una curul federal son Sandra Montalvo, presidenta del Organismo Nacional de Mujeres Priistas en Puebla (ONMPRI), trabajadora incansable, quien ha construido poco a poco un capital político que ya quisieran muchas de sus compañeras de partido.

En tanto, la dirigente estatal de la CNC, Maritza Marín Marcelo, tiene segura su posición para competir por la Mixteca.

De los varones, tendrán boleto para buscar llegar a San Lázaro el líder de la CTM, Leobardo Soto, el hoy senador Ricardo Urzúa y José Chedraui, quien, sin embargo, se resiste a ir a la competencia en las urnas, pues quiere llegar por la vía plurinominal, lo cual —hay que recordarle— ahora le impiden los estatutos.

Chedraui es diputado local por la vía de representación proporcional y con los recientes cambios estatutarios que realizó el PRI, no podría repetir esa fórmula.

Ricardo Urzúa podría terminar como dirigente estatal del PRI en caso de que Jorge Estefan diga adiós, ya sea para asumir alguna candidatura —incluso a la gubernatura— o para sumarse al equipo de José Antonio Meade si éste termina siendo el bendecido por el dedo divino de Los Pinos.

Una definición más que se tomará el próximo mes es la conveniencia de las coaliciones con los partidos Nueva Alianza y Verde Ecologista.

En Puebla no se ve útil sumarse al Panal por su ascendencia morenovallista y se considera que los verdes han contribuido muy poco, por lo cual se ha planteado realizar sólo un pacto parcial con ellos.

Mientras la cúpula ya está formada por su pedazo de pastel, hay quienes desde los ventanales miran con hambre el jolgorio.

Y luego presumen “su” democracia y exigen piso parejo.

A ver si durante la visita de Enrique Ochoa Reza a Puebla, los priistas terminan de ponerse de acuerdo y si todos quedan conformes con su respectiva rebanada.

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