Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
Para nadie pasa desapercibido que el ex alcalde de Puebla Eduardo Rivera Pérez se ha convertido en el personaje más deseado dentro de la clase política local.
El yunquista es ahora objeto de deseo por parte de varias corrientes opositoras al morenogalismo como Morena, el PRD e incluso el propio PRI, quienes ven al ex edil como una excelente carta rumbo a 2018, en virtud del buen posicionamiento que mantiene.
Tan es así que algunos personajes del partido de Andrés Manuel López Obrador, tanto locales como nacionales, no quitan el dedo del renglón de ver a Eduardo Rivera como uno de sus candidatos para 2018. Aunque la decisión del candidato a la gubernatura parece resuelta en la persona de Luis Miguel Barbosa, la realidad es que como dice el dicho “esto no se acaba hasta que se acaba”, citando a la filósofa Blanca Alcalá. Y si bien Morena pudiera o no cambiar a su gallo para la grande, aún está sin cabeza la candidatura a la presidencia municipal de Puebla.
Lo que es una realidad son los buenos números que tiene Rivera Pérez tanto en la ciudad como en el estado. No piensen que el interés de Morena surge como resultado de un ánimo desinteresado, los pupilos de López Obrador saben perfectamente que un buen perfil más el impulso propio que les dará El Mesías, sin duda representa la fórmula con altas posibilidades de quitarle el estado al PAN. Habrá que esperar y ver en qué termina este juego político, pero eso no es todo.
El ex alcalde capitalino, quien enfrenta un proceso judicial, el cual no le impide estar en la boleta en 2018, es visto también como una posible carta del PRD a nivel nacional para hacerse de la candidatura por el Frente a Casa Puebla.
Una jugada maestra de Ricardo Anaya y Alejandra Barrales para complicarle la vida al ex gobernador Rafael Moreno Valle.
Y es que si el ex mandatario estatal pide que se abra el proceso a nivel nacional, lo mismo le pueden demandar en la entidad (y en congruencia eso debería hacer) y en eso Lalo puede competir e incluso hasta ganar con el apoyo de morenistas, panistas resentidos y hasta priistas.
Las encuestas en Puebla capital lo colocan como un personaje bien posicionado, superando a figuras como el líder del Congreso local, Jorge Aguilar Chedraui y a la par de Martha Erika Alonso, sólo por mencionar algunos casos.
El ex edil de Puebla ha tenido acercamientos con el perredismo a nivel nacional y coquetea con este partido, sin dejar a un lado su militancia albiazul.
Hasta los priistas han tenido acercamientos con el ex presidente de la capital, con quien mantiene una alianza de facto, sobre todo el también ex alcalde Enrique Doger, quien sabe del valor que en este proceso electoral ha alcanzado el ex edil emanado del PAN, quien se puede convertir en el fiel de la balanza en 2018.
El tricolor está desfondado, por lo mismo busca una figura ciudadana que le pueda dar ese voto de confianza entre la sociedad y aunque en los planes de Rivera no está vestirse de tricolor, también tiene esa posibilidad dentro de su baraja.
La cuarta opción que analiza el ex alcalde de Puebla es la que tal vez menos le convenga, pero que tampoco se descarta: ir por la vía independiente.
El ex rector de la Udlap Enrique Cárdenas Sánchez ya anunció su intención de convertirse en candidato por esta vía, si el académico hiciera mancuerna con Eduardo Rivera Pérez, se convertirían en 2018 en un auténtico dolor de cabeza para el morenogalismo.
A ninguno de los dos, al parecer, les alcanzaría para ganar, pero sin duda le generarían un boquete al panismo que podría provocar la derrota del actual grupo en el poder.
De ese tamaño es el nivel de Eduardo Rivera, por eso se ha convertido en el más deseado, incluso hasta por parte del morenogalismo que sabe perfectamente el tamaño de agujero que Lalo les puede hacer.
Los números no mienten, a pesar de los obstáculos que se le han puesto en el camino, Rivera Pérez mantiene altos sus niveles de confianza e intención de voto, sobre todo, reitero, en Puebla capital, lo cual lo convierte en un factor clave rumbo a 2018, la madre de todas las batallas.
