Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez / [email protected]
Los prestigiados expertos en markerting político y encuestas Igor Möller y David Mendoza compartieron con los lectores de Las Serpientes los números más recientes que registran las autoridades en Puebla (presidente Peña, gobernador Gali y el alcalde Banck).
Las noticias no podían ser peores para el priismo en Puebla capital, su estandarte, o quien debería serlo en la próxima elección, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, presenta números marginales, paupérrimos, su calificación es de 3.6, de acuerdo con Möller y Mendoza, quienes lo explican de esta manera:
“Enrique Peña Nieto ha tenido una constante desde el año pasado en la capital poblana, su calificación no pasa de cuatro, es más, en noviembre del año pasado su calificación era de 3.7 con una polarización social de 3.2 (es decir, 6.9 como máxima y 0.5 como mínima) y para este mes su calificación es de 3.6, si ustedes dicen que es igual, es que debemos fijarnos en otros detalles, su polarización social de 2.5, es decir la mala opinión al Presidente se está compactando y homogeneizando (la máxima es de 6.1 y la mínima de 1.1); tan sólo 38% de los encuestados le da CERO de calificación al presidente. Es sin dudas la peor etapa de Enrique Peña Nieto en Puebla; otro dato interesante es que 69% de los encuestados reprueba al Presidente y sólo 3.8% le da 10 de calificación (nunca faltan los seguidores a ciegas)”.
Para el caso de las autoridades locales, de acuerdo con Möller y Mendoza, el gobernador del estado, Tony Gali, tiene una calificación de 5.6, la cual se puede considerar positiva, aunque arrancó con una calificación de 6.2 en marzo, esto de acuerdo con las mediciones realizadas por el propio equipo de estos dos personajes.
Al respecto, hacen la siguiente reflexión: “Con relación a Tony Gali, la calificación la tomamos a partir de marzo de este año, donde tenía 6.2 (esas encuestas donde las autoridades tenían siete u ocho de calificación ya pasaron a la historia), si bien 51% de los encuestados lo aprobaba, la polarización social era de 2.4 (con una máxima de 8.6 y una mínima de 3.8). Para la primera semana de noviembre Tony Gali en la ciudad de Puebla obtuvo 5.6 de calificación, 4% de la población ha pasado de aprobar a reprobar al gobernador, dando ahora 47.3% que lo aprueba y el nivel de polarización es de 2.9 (una máxima de 8.5 y una mínima de 2.7). Con base en nuestras investigaciones cuando un gobernante aumenta su nivel de polarización social, el siguiente paso es un desplazamiento hacia debajo de su calificación”.
Ahora le toca el turno al alcalde de Puebla, Luis Banck Serrato, quien cumplió un año al frente de los destinos de la ciudad capital.
La calificación de Luis Banck en la primera semana de noviembre de este año es de 4.4, con un nivel de polarización de 2.8 (7.2 como máxima y 1.6 como mínima). Si consideramos el mes de marzo de este año, su calificación era de 5.2 y su nivel de conocimiento llegó a 44%. Este es un buen ejemplo de que si no hay exposición en medios, decae la presencia en la mente de los ciudadanos.
Respecto al presidente municipal, este es el apunte que hacen tanto Möller como Mendoza: “La calificación de Luis Banck tiene otras características a diferencia de la de Peña Nieto y Tony Gali, ya que el alcalde tiene un nivel muy bajo de conocimiento entre los poblanos de la capital; solo 37% de los encuestados sabe quién es, ahora, lo grave se presenta entre los jóvenes de 18 a 30 años, donde sólo 26% de ellos sabe quién es Luis Banck (encuesta realizada del 1 al 9 de septiembre con Mauro García, catedrático de la UPAEP).
El sondeo realizado por Möller y Mendoza sin duda alguna coincide con lo que se ha hablado toda esta semana en este mismo espacio, lo cerrado que puede ser la competencia política el próximo año en la capital y también el mood social que prevalece previo a 2018 en la cuarta ciudad más importante del país.
Está de más decir que tanto Igor Möller como David Mendoza son dos personajes plenamente identificados en Puebla en el mundo de los estudios demoscópicos.
A manera de apunte personal, luego de observar estos números, me atrevo a señalar que como lo dije al inicio de esta columna, las malas notas del presidente Peña son pésimas noticias para el PRI, que tiene o supuestamente debería tener su estandarte en el trabajo del titular del Ejecutivo federal.
En el caso del Partido Acción Nacional, también habrá que ponerle lupa a las calificaciones tanto del gobernador Gali como el alcalde Banck, baluartes para este organismo político en Puebla capital, cuya incidencia electoral es clave para definir el rumbo de las elecciones del próximo año, al tratarse del padrón electoral más importante de la entidad.
El ejercicio del poder de manera natural conlleva a un desgaste, aunque por supuesto, tanto los números de Gali como Banck son aceptables.
En tanto, Morena, sin desgastarse, está a la espera de si ratifican a Luis Miguel Barbosa como su candidato a la gubernatura y en conocer a quien será su abanderada a la presidencia municipal de Puebla.
