Puebla, también, entre las 250 demarcaciones laureadas por el combate a la pobreza, potenciación de recursos y rendición de cuentas.
Por: Ilse Contreras
Coronango y Puebla fueron dos de los 250 municipios a nivel Nacional que fueron reconocidos por el Banco Mundial (BM) y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) por Buenas Prácticas para combatir la pobreza, potenciación de recursos y rendición de cuentas.
La presidenta municipal de Coronango, Hermelinda Macoto Chapuli, destacó que gracias a la aplicación de recursos durante su administración para obras de electrificación, drenaje, agua potable, desayunadores y comedores escolares, principalmente en zonas de atención prioritaria de acuerdo con la Sedesol, el municipio se ubica en el lugar 14 de 217 en el estado con mejores indicadores en el combate a la pobreza.
“Usualmente están las cabeceras distritales o las capitales de los estados, pero cabe resaltar que Coronango, siendo un municipio pequeño y después de estar evaluado negativamente, hoy estamos siendo bien evaluados”, apuntó.
El municipio recibió dos premios durante el seminario del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), que se llevó a cabo el 16 y 17 de noviembre, en el rubro de Desarrollo y Fortalecimiento Institucional y en Transparencia y Rendición de Cuentas.
Macoto Chapuli señaló que de los cinco millones de pesos de ingreso propio que tenía el municipio en 2014, en 2016 se potencializó a 21.6 millones de pesos y en 2017 a 25, con lo cual logró abatir las carencias básicas de la población y convertir a Coronango en un municipio más sustentable.
Indicó que a través de un convenio con el Programa para el Desarrollo Institucional Municipal (Prodim), recibieron 561 mil pesos, con lo cual pudo potencializar el recurso de ingreso propio, dignificar ocho espacios y disparar el ingreso sin aumentar ni crear nuevos impuestos.
Pese a que Coronango tiene 40 mil 449 con habitantes, la alcaldesa indicó que el municipio enfrentaba una deuda de 65 millones de pesos por administraciones pasadas, no contaba con manuales de operación y era señalado por ser poco transparente en sus finanzas, sin embargo, se logró avanzar en los indicadores de rezago social del Coneval.
“El beneficio no sólo son estos dos reconocimientos, el beneficio real es que al mover indicadores, de acuerdo con la Sedesol y el Coneval, podemos pasar a la segunda etapa. Ya no sólo es atender carencias sociales, combate al hacinamiento, el tema de la salud y educación, sino cumplir con un porcentaje de atención para infraestructura y pavimentación”.
De igual manera, dijo que esperan un presupuesto para 2018 de 88 millones de pesos, con todo y participaciones federales.
