La estrella de los años 80 retoma su carrera sin miedos; “ya no uso el mismo pantalón, pero me dejé los mismos calzoncillos”
Por Álvaro Ramírez Velasco
Sin añoranzas de su pasado de gran fama y amplísima exposición en medios masivos de comunicación en toda Latinoamérica, el cantautor Ricky Luis ha retomado desde hace unos años su carrera, sin miedos, con la capacidad de saltar sin red a una canción suya que poca atención tuvo en su boom de los años 80, la que con acidez aborda la reflexión social y con descaro va a la cáustica crítica política.
Han quedado atrás, pero sin desdeñarlos, temas como Tengo un mes con el mismo pantalón, La gorda de la esquina o Dile de mí, para dar paso a canciones socialmente sensibles.
Ricardo Luis Treviño García, con un puro que fuma a pausas, un whisky servido en copa coñaquera que no terminó en más de dos horas de presentación y su guitarra, subió nuevamente al escenario de La Peña Escondida, de San Andrés Cholula.
Ahí, se reconstruye desde las letras amorosas, ahora a las punzantes palabras contra la explotación de los campesinos, las desapariciones forzadas, los feminicidios y el abuso de los poderosos.
En entrevista con 24 Horas Puebla, luego del concierto que el fin de semana ofreció mano a mano con el trovador Salvador Aviña en el espectáculo Una tú y otra yo, el regiomontano hace un repaso del tiempo transcurrido y los pasos andados a través de más de tres décadas, cuando fue conductor de radio y televisión en Estados Unidos, principalmente, y ahora de vuelta a la música.
“Esta carrera es muy difícil y volver a empezar cuando las generaciones cambian, dicen que cada generación es de siete a 10 años, y yo dejé de cantar, dejé de grabar 20 años, pero un día me invitaron a cantar, volví a sentir los aplausos… A mí lo que más me gusta es escribir y cantar lo que escribo”.
Ricky recuerda las palabras de cariñoso reproche de su madre que lo anclaron en su vocación, pues le recordó que “tú te saliste de la casa porque tú cantabas tus canciones. Te fuiste a la Ciudad de México… Y en el camino se te olvidó, de repente ya andabas conduciendo en la radio y la televisión”.
Y dice él: “Antes de morir le prometí a mi madre que iba a retomar la carrera y estoy muy contento, muy feliz, los resultados han sido muy satisfactorios”.
El autor de El Jefe (Enriquecimiento ilícito) —canción que parece dedicada a Enrique Peña Nieto, aunque la escribió antes de que siquiera se pensara que el mexiquense llegaría a Los Pinos— reconoce que hay lugares donde los años han borrado su referencia, “pero estoy retomando la carrera, construyendo un futuro con sabor al pasado”.

