Por Ilse Contreras
Agricultores que han resultado afectados por derrames de combustible en sus cultivos, provocados por actividades de huachicoleros, no denuncian por temor a represalias, indicó Leticia Pichardo Rico, delegada de Sagarpa en Puebla.
En entrevista para 24 Horas Puebla, indicó que en lo que va del año la delegación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) ha recibido cinco denuncias de productores de municipios como Acatzingo y Palmar de Bravo.
Sin embargo, Pichardo Rico refirió que cuando se les pide hacer el reporte de manera oficial, “ya no regresan”, considerando lógica esta decisión por inseguridad que existe en dichas zonas.
“Algunos tienen miedo de reportar el asunto y quienes lo han hecho ha sido de manera anónima, entonces es una situación que sale del control de la Sagarpa por el miedo de las represalias que puedan hacer estas gentes (Sic) a sus denuncias”, indicó.
Asimismo, la funcionaria aclaró que la dependencia está encargada de cubrir las afectaciones ocasionadas sólo por fenómenos meteorológicos.
Los daños por siniestros están a cargo del gobierno estatal, a través de la Secretaría de Desarrollo Rural, Sustentabilidad y Ordenamiento Territorial (SDRSOT), “quienes deben dar seguimiento a través de sus delegados”, refirió.
En marzo, el titular de la dependencia, Rodrigo Riestra Piña, aseguró que los agricultores recibirían una indemnización como parte del seguro catastrófico que cubre 100% de la superficie cultivable afectada por el derrame de combustible a causa de tomas clandestinas o explosiones.
“(Los ladrones de combustible) también ocupan los caminos, ellos (los campesinos) dicen: podemos transitar de día, pero ya en la tarde no, entonces los productores dejan de trabajar con tal de salvaguardar su bienestar y el de su familia”, destacó.
El mes pasado, durante su asistencia al foro sobre hidrocarburos en México en la UPAEP, la senadora Lucero Saldaña Pérez destacó que organizaciones civiles y ambientales han registrado casos de leucemia, debilitamiento muscular, así como cáncer de piel y de pulmón en la gente, provocados por el derrame de combustible en cultivos y pozos de agua.
