24 Horas España
Por Alberto Peláez
Bueno pues finalmente este próximo jueves saldremos de dudas. Las elecciones económicas catalanas de este jueves 21 de Diciembre, son mucho más relevantes que saber quién será el próximo presidente catalán. Van mucho más allá. Son las más importantes en la Democracia española.
Es ahora cuando veremos el termómetro del independentismo. Ahora sabremos si realmente el porcentaje sobrepasa el sesenta por ciento como dijo el ex presidente catalán Carles Puigdemont, hoy prófugo de la justicia española, escondido en Bélgica.
También es el momento de cerrarles la boca a todos aquellos que dijeron muchas veces en los últimos meses, que España era un país represor con Cataluña. Tal vez por ignorancia, tal vez por osadía o por ambas cosas a la vez, muchos catalanes y no catalanes hablaban de presos políticos y de detenciones arbitrarias, cuando la Democracia española es una de las más desarrolladas del mundo. De lo contrario, ¿Alguien conoce algún político que, estando prófugo pueda presentarse a Presidente? Porque eso es lo que está haciendo Puigdemont. ¿Alguien conoce a algún político que haga proselitismo desde la cárcel para intentar ser el próximo presidente catalán? Porque eso es lo que está haciendo el ex vicepresidente Oriol Junqueras.
Pero voy más allá. En casi ningún país democrático se presenta un partido político independentista cuyo fin es separar una región del Estado. En Portugal, en Alemania; por supuesto en Estados Unidos estos partidos están prohibidos. Atentan contra el espíritu de la unión de la Nación.
Bueno no, en España no. Resulta que en España no están prohibidos, si no que muchas de estas fuerzas políticas gobiernan ayuntamientos importantes, especialmente en Cataluña y El País Vasco.
Cuando escucho sobre la supuesta represión y los ``presos políticos`` es para esbozar una sonrisa de oreja a oreja. En España, por supuesto que no hay ``presos políticos``. Lo que hay son políticos presos por haber cometido delitos muy graves como la separación de una región saltándose la ley y poniendo al Estado español contra las cuerdas.
Pasado mañana desvelaremos la incógnita del independentismo. Si ganan no ocurrirá nada más que el próximo presidente catalán sería un independentista que tendría que estar sujeto a la ley.
Eso sí, el melón ya está abierto desde que en Octubre proclamaron, en el parlamento catalán, la descafeinada independencia a modo individual. Pero aunque fue un acto simbólico la brecha se ha abierto. Por supuesto la brecha social, pero otras también.
Con su capricho han conseguido abrir la herida de las dos Españas, dejar sin empleo a treinta mil familias y conseguir que la economía catalana haya subido una involución de un tres por ciento.
Menuda independencia virtual.
