Por Leonel Quiroga 

Hace algunos ayeres conocí a Miguel Ángel Andrade.

Tuvimos una feliz coincidencia en Cambio de la Sierra. La cita era puntual cada miércoles. Y las incipientes plumas empezaban a destilar líquido sobre una hoja que después se convertiría en periódico. Eran los años del 89 al 90 me recuerda Miguel.

El proyecto terminó y cada uno se fue dedicando a sus actividades, no sin abandonar la práctica –cada uno en su trinchera– de esto que le llamamos el vicio de escribir.

Mario Alberto Mejía que era el director –por cierto acaba de presentar el pasado sábado otra de sus novelas– se fue a la capital del estado, varios nos quedamos en la zona. Desde este espacio y de manera paralela con nuestras actividades empezamos a producir, cada cual con las herramientas a su alcance.

La novela apareció: Un mantel oloroso a pólvora, y de manera magistral Miguel Ángel Andrade Rivera narra el paso de José Venustiano Carranza Garza hacia Tlaxcalantongo, recogiendo los testimonios de los moradores de la Sierra.

Convencido estoy que para hacer una novela como ésta es necesario utilizar una herramienta fundamental: la oralidad, es decir, consultar a los sabios de las localidades o a las personas que tienen conocimiento sobre los aconteceres y que guardan en su memoria tesoros valiosos e incluso algunos hasta recuerdos materiales del paso de Carranza por nuestra Sierra Norte.

He leído la novela en cuestión.

Y es apasionante. Incluso me hizo recordar cuando en una actividad laboral me introducía a las localidades por la vía de Amixtlán –que era el lugar hasta donde llegaba el transporte– y tenía que atravesar la Sierra cruzando el río hasta llegar a Buenos Aires, Jopala. Al regreso pedíamos a los productores de café que nos facilitaran una bestia para regresar. Una tarde lluviosa llena de neblina que le precedían dos días de lluvia, las patas de los caballos se sumergían en los profundos hoyos que ellos mismos habían construido al paso por las veredas. El “chacualear” se escuchaba a lo lejos y el jinete colocado hasta atrás daba cuenta de ello.

Me place saber que la revista Relatos e historias en México en su número 109 haya dedicado dos extensos relatos con el título de “Carranza al encuentro con su destino” acerca del llamado Varón de cuatro Ciénegas; uno, de Javier Villarreal y el otro de Miguel Ángel Andrade. Sin duda abona a la difusión universal de un valioso trabajo de la novela citada.

La idea de desacralizar la figura de nuestros héroes, colocarlos de carne y hueso como bien apunta en una inscripción el autor de la novela, sin duda alguna proporciona al lector y a los interesados una mejor y amplia conceptualización de lo que es la historia de México.

Para finalizar mi comentario diré que en nuestra región la gente se caracteriza por su hospitalidad y generosidad, en esta ocasión no fue la diferencia. Los habitantes de Tlaxcalantongo trasladaron –en parihuela– el cuerpo de quien fuera el presidente de la República y lo albergaron en un lugar que se convirtió en un museo que lleva su nombre y que resguarda historias de su deceso, existe en el mismo una línea del tiempo de su apasionante vida.

En la foto superior, de izquierda a derecha, José Antonio Olvera, Alberto Sánchez, Gabriel Alvarado, Miguel Ángel Andrade y Leonel Quiroga, en la presentación de la revista Relatos e Historias en México en Huauchinango

.. y su paso por la Sierra Norte de Puebla

Por José Antonio Olvera

La novela Un mantel oloroso a pólvora ya tiene dos reimpresiones y con toda rigurosidad se le han incluido nuevos datos, mas fotografías y nos ha develado más anécdotas de esa última semana de vida del ex presidente Venustiano Carranza asesinado en un pequeño villorrio perteneciente a Xicotepec, Tlaxcalantongo, y que se suma a otros magnicidios ocurridos durante la Revolución Mexicana.ada vez que platico con Miguel Ángel Andrade voy de sorpresa en sorpresa, ¿por qué? Primeramente porque sé que es un afortunado de tener el don para escribir: cuento, poesía, nota periodística, novela… Y luego porque sé que, como creador, busca poner a consideración del público lo que haya generado en sus ratos de ocio, después de dar clases.

Creíamos saber todo lo que comenta la historia oficial, la que recibimos en la escuela, sin embargo el tesón y cuidado de Miguel Ángel nos ha llevado a seguir los pasos del personaje en cuestión. Conocer un poco sus pensamientos, lo que sabían los otros, sus asesinos, lo que dijo la gente que lo recibió en sus humildes casitas. Esos datos que nos acercan más al hombre y nos alejan a la efigie o estatua que adorna plazas y jardines de nuestro país.

Miguel Ángel ya recibió reconocimiento y hermanamiento con los familiares del nacido en Cuatro Ciénagas, Coahuila. Ya le hicieron infinidad de entrevistas para prensa, radio y televisión, a las cuales también me ha invitado. Ahora, una revista especializada en Historia Relatos e historias en México, toma de base su escrito y abunda más sobre el promulgador de la Constitución que en este 2017 cumplió 100 años de existencia.

Si continúa así, quien sabe, a lo mejor hasta película pueden hacer. Este hijo de Miguel Ángel lleva vida propia y seguramente el público lector será importante para lo que venga en el futuro... Mientras tanto, les invito a que adquieran esta revista que tiene una calidad indiscutible y que además de incluir la investigación de Miguel Ángel en este número, continúa revisando en infinidad de fuentes históricas más datos que nos dan una percepción más real de los personajes que nos han precedido.

El público tiene la palabra

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