Encrucijada
Por: Luis Antonio Godina / [email protected]
En 2018, millones de mexicanos acudirán a las urnas y decidirán empoderar alguna de las opciones políticas que encontrarán.
En Puebla, los ciudadanos tienen derecho a que sus candidatos les entreguen sus propuestas, sus ideas, para tomar decisiones informadas.
Bueno, eso es uno de mis deseos: que 2018 traiga a Puebla una campaña electoral de altura, en la cual prevalezca entre los aspirantes la idea de la unión y no la de división, donde pre dominen las ideas, el talento y no los insultos. Pero ese no es mi único deseo. También deseo que en Puebla iniciemos los trabajos para construir, juntos, un estado donde se ponga fin a la pobreza en todas sus formas. Según cifras del Coneval, en 2014, 16.2% de la población de Puebla vivía en pobreza extrema.
Estamos ante la posibilidad de avanzar, a dar pasos para hacer un mejor estado.
Poner fin al hambre. La carencia por acceso a la alimentación en Puebla alcanza 23.9%, de acuerdo con ese organismo.
Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades. Tan sólo un dato: en 2015, Puebla reportó 32.3 muertes maternas por cada 100 mil nacimientos.
Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad. En 2016, el porcentaje de personas de 15 años y más con rezago educativo en Puebla fue de 38.5 puntos, según el INEGI.
Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. En 2014, en Puebla, 82.87% de las viviendas contaba con acceso al líquido de la red pública.
Garantizar el acceso a una energía asequible, sostenible y moderna para todos. En la entidad, 98.73% cuenta con acceso a electricidad.
