Las Serpientes

Por Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo

Finalmente, la elección del próximo año a nivel federal será una guerra de tercios.

El modelo Estado de México no se pudo repetir, tal vez, y eso es sólo una presunción de mi parte, debido a que las condiciones nacionales cambiaron.

El modelo Estado de México fue dividir al voto opositor, debilitar a la candidata puntera al inicio del año, Josefina Vázquez Mota, aislar a Morena para ir a un mano a mano con el PRI y fraccionar a la izquierda con el surgimiento del perredista Juan Zepeda, la revelación electoral.

Algo percibieron desde Los Pinos que el escenario cambió, tal vez se dieron cuenta que la misma estrategia no iba a prosperar y optaron por regresar al antiguo esquema, revivir a sus viejos aliados electorales, Verde y Nueva Alianza, pero sólo para trabajar de manera parcial, es decir, únicamente para la elección federal para la presidencia de la República, en 16 estados para el Senado, donde no va Puebla y 150 diputaciones federales.

Traducido esto al buen español, al PRI sólo le interesa retener la presidencia de la República y va a dejar que en el resto de los estados Verde y Nueva Alianza vayan solos o con los gobernadores aliados, como en el caso de Puebla, Tony Gali y el ex mandatario Rafael Moreno Valle.

El esquema Estado de México no le hubiera servido al PRI para ganar la presidencia, porque pulverizar el voto habría beneficiado a López Obrador y su Morena, era necesaria una elección de tercios, por eso, desde Los Pinos dejaron pasar la conformación del Frente integrado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano para dividir al voto opositor.

El Frente, conformado por estas tres fuerzas políticas, compite con el que logró sumar el tabasqueño, Morena, PT y PES, ambos se pelearán por el voto opositor y el ciudadano, la coalición encabezada por el tricolor con su voto duro puede hacer frente a estas dos coaliciones, más lo que le pueda sumar el Verde y Nueva Alianza, con todo el apoyo del gobierno federal.

Pero por si fuera poco, ahí está Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, El Bronco, quien tiene como misión jugar el papel que Juan Zepeda jugó en la elección en el Estado de México, es decir, tratar de restarle lo más que se pueda a López Obrador y sobre todo ser quien se encargue de golpear al tabasqueño en la campaña.

El gobernador de Nuevo León es el único independiente que amenaza con obtener su registro para poder participar en el proceso electoral del próximo año.

Su papel será vital en el diseño electoral elaborado por Los Pinos para poder derrotar al Peje.

Y si fuera necesario, todavía se analiza recurrir de los servicios de la ex primera dama Margarita Zavala, esposa del ex presidente Calderón, esto por si se requiriera dividir el voto panista, ya de por sí fragmentado.

El diseño electoral realizado por Los Pinos, sumado a una serie de decisiones de tipo legal como la Ley de Seguridad Interior, más la ley que castiga el ciberbullying son el antídoto perfecto para tratar de mantener la presidencia de la República.

 

LA COMIDA DE LASTIRI

Un grupo de alrededor de 40 delegados federales, la mayoría de ellos ilustres desconocidos por su nulo trabajo a favor del gobierno peñista, comieron en el Libanés con el subsecretario de la Sedatu, Juan Carlos Lastiri Quirós.

Lastiri todavía tiene en mente ser el candidato del PRI a la gubernatura, pero esto sería la muerte total del tricolor en la entidad y hasta un peligro para la campaña de José Antonio Meade, quien está obligado a tener al menos un millón de votos en la entidad.

Si Lastiri va como candidato, aunque esté sentenciado a perder, el tricolor se desfondaría y mucho de ese voto iría a parar a las cuentas de Morena y López Obrador, lo cual también sería un desastre para el morenogalismo y su virtual candidata Martha Erika Alonso.

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