La Entrega

Por Adrián Ruíz / [email protected]

Las casualidades de Martha Erika Alonso, esposa del ex gobernador Rafael Moreno Valle, y las del alcalde Luis Banck, vislumbran la retención del poder en Puebla.

Al dejar su cargo en el PAN estatal, Martha Erika confirmó su inminente postulación a la candidatura por la gubernatura de Puebla. La declinación de su esposo a sus aspiraciones por el boleto para la grande lo confirma.

También Luis Banck mandó una señal clara para competir por la presidencia municipal al declarar ayer: “No me desagradaría seguir en el puesto. En febrero decidiré si renuncio para participar en las elecciones”.

Al parecer las cartas están echadas en el PAN; para Puebla la fórmula para los dos principales cargos, si no sucede algo extraordinario, será Martha+Luis=gobernar.

Aunque sin duda las posiciones serán exclusivas de la familia Moreno Valle. Por lo menos en la gubernatura y presidencia municipal. Falta la parte proporcional para el gobernador Antonio Gali Fayad, quien sin duda reclamará su derecho de piso.

Los últimos detalles se afinan entre los grupos involucrados. El anuncio oficial se dará días después del informe del gobernador Tony Gali, mismo que tendrá lugar el 15 del mes en curso en el Auditorio de La Reforma.

El mandatario estatal llevará mano en la designación de diputados y presidentes municipales. El gobierno ecuánime de Tony permitirá al PAN y sus aliados seguir con la etiqueta de enemigo a vencer.

En Puebla las restantes fuerzas políticas son nulas. Incluido Morena, que contrario a otros estados, en el poblano no ha prendido como esperaban sus seguidores y dirigentes. El PRI, otrora amo y señor, se encuentra sumido en el letargo. Ninguno de los posibles tiene los tamaños para recuperar el poder.

REPORTE DEL INFORMANTE

Ojo por ojo. Para el magistrado Carlos Loranca Muñoz mal finalizó 2017. Y peor inició 2018. Después de más de 15 años de impunidad, la vida le empezó a cobrar las facturas que ilegalmente se adjudicó.

Por órdenes directas del Consejo de la Judicatura se realiza desde hace varios días una visita extraordinaria —en otras palabras, una auditoría— en el Tribunal Unitario número uno donde estuvo a cargo hasta noviembre del año pasado.

Al magistrado se le imputan cinco procesos penales en su contra. Entre otros: enriquecimiento desmedido —se convirtió en cacique de Acajete—, asociación delictuosa y hasta acoso sexual.

El breve tiempo que estuvo en Chihuahua sólo fue para alejarlo de Puebla e iniciar las investigaciones. La situación para quien se presumía intocable y todopoderoso es complicada.

El futuro de Carlos Loranca podría ser el Cereso de San Miguel. Ante las pruebas reunidas hasta ayer, no hay defensa alguna. El abandono del poderoso padrino que en el pasado lo cobijó será determinante. Sólo es cuestión de horas para que le revelen su futuro.

 

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