La Mirada Crítica
Por Román Sánchez Zamora /@RomansanchezZ
“Los del gobierno solo vinieron, midieron, y dijeron que firmáramos y desde entonces, ya no han regresado, en la presidencia nos dicen que no han hecho cabildo sobre el problema de nuestras casas” señala Camila “N” junto a su esposo, los dos con más de 70 años de edad al mostrar su casa con grietas que visiblemente son un peligro.
Al preguntar sobre los directores de obra municipales, resultan ser pasantes de la carrera de ingeniería, algo que también ocurrió en la Ciudad de México, y los supuestos encargados de los programas de apoyo son de reciente contratación en las instituciones, los cuales dicen que no hay manuales, no hay más que formatos que ellos mismos propusieron para levantar los censos de la gente que fue afectada en el terremoto del 19 de septiembre.
Sin embargo, ¿Qué se ha dicho sobre esto? Los canales de apoyo han dejado de fluir a estas comunidades, las cuales ahora tienen un déficit de materiales para construcción y de trabajadores del sector.
La estrategia del olvido, por parte de los gobiernos no siempre les va a funcionar pues hoy el tiempo está en contra de ellos; debido a que en los próximos meses habrá elecciones, y así como las estrategias de repartición de recursos para el campo las cuales son replicadas en diversos órdenes de gobierno, no se amoldan a un ciclo productivo pero si a un ciclo electoral. Hasta entonces, la gente comenzó a cambiar de actitud electoral aunque esta supuesta renovación no ha sido tampoco lo más conveniente, porque los criterios administrativos no se han modificado, todos siguen usando el modelo del clientelismo para poder autoevaluar su gestión con la ratificación de sus grupos afines electoralmente.
La estrategia de desastres naturales, se enfocó únicamente en la repartición de despensas y en muchos casos en la indiferencia hacia esas sociedades excluidas de las decisiones de gobierno.
Se pudo apreciar que ni los organismos de seguridad pública están preparados para este tipo de eventos, pues todos desconcertados se reagruparon, pero no para apoyar a la sociedad pues esta fue presa de personas que aprovecharon el momento de confusión y pánico para apropiarse de lo ajeno. Y las sociedad civil volvió a las calles auto organizándose para poder apoyarse, el gobierno por ello fue rebasado.
Los burócratas entonces, tampoco pudieron establecer estrategias de apoyo que permitieran en pocos días prestar el auxilio financiero que las familias aun requieren. La gente se tuvo que conformar con ver a sus gobernantes caminando por las calles aunque esto sólo fue para sus estrategias de imagen basadas en el auxilio y el abrazo al niño o la señora para posicionar la marca del gobierno humano.
Todos en los gobiernos no se dan cuenta que estas políticas les afectaran tardeo o temprano, pues no siempre estarán bajo el cobijo del poder o del manejo de recursos; por ejemplo, los que han aprobado reformas a la ley de pensiones pensado que a él o ella no le afectará, pero a sus hijos o familiares sí… en algún momento.
Se han puesto a reflexionar los teóricos orgánicos del gobierno ¿Qué pasaría entonces si hay otro terremoto? ¿Continuaran con sus políticas de indiferencia? ¿Y qué pasará con los acuerdos internacionales como el de la Alianza para el Gobierno Abierto y los Derechos Humanos, si en una contingencia hoy sólo se ve indiferencia por el clima de Navidad y Año nuevo?
Mientras los gobiernos, en sus diferentes poderes y órdenes continúen con su actitud de tomar al 19 de septiembre como un botín político y no como un llamado de auxilio nacional como otras naciones si lo hicieron, estarán invocando al régimen de los mesías, que no dudarán con el tiempo tomar la actitud de monarcas absolutistas pues los modelos supuestamente democráticos se aferraron a no resolver problemas sociales si no es bajo una visión que condiciona y que busca el dominio de su grupo en el poder.