La Quinta Columna Exprés
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam
La palabra clave para destrabar el tema Puebla de la candidatura del PRI a la gubernatura es confianza.
En Los Pinos ya nadie se fía de nadie, sobre todo después de que inició la inevitable Ronda de las Deslealtades.
Por eso, con su estilo de gobernar, que es una mezcla del ruizcortinismo y el salinismo, el presidente Peña Nieto ha empezado a dar manotazos en la mesa.
El ex funcionario quintanarroense ligado a los ex gobernadores Roberto Borge y a Felix González —que pasó de un mitin (a favor de José Antonio Meade) a la cárcel del pueblo— es una de las víctimas más recientes.
Un manotazo bastó para acabar con el traidor.
Y ese manotazo tuvo ondas expansivas, pues llegó hasta las sabanas de algodón egipcio de cientos de hilos bajo las que duermen quienes hacían pactos secretos con otros partidos para clavarle una daga al virtual candidato a la Presidencia.
Peña tiene algo que muchos no ven:
Un ejercicio shakesperiano del poder, pero como nuestros políticos aldeanos no abren un libro ni por equivocación difícilmente se enterarán.
Confianza.
Ésa es la clave.
Clávese el hipócrita lector en la textura.
La Diputada que puede ser Candidata. En la mesa de las negociaciones por la segunda fórmula al Senado de la República aparece el nombre de una diputada federal que ha tenido un papel protagónico en San Lázaro.
Sus apoyos son elocuentes, y van desde César Camacho, Alfredo del Mazo y el propio Meade.
Su nominación no sería una sorpresa, una vez que su nombre suena desde hace meses.
A su favor juegan la juventud, la belleza y el talento.
Su nombres es…