Esfera Pública

Por Elias Aguilar / @Elyas_Aguilar

En el entorno político actual hay dos hechos que caracterizan la elección presidencial y la de gobernador en el estado de Puebla.

Uno, en la elección presidencial hay una ventaja a favor de Andrés Manuel López Obrador, precandidato de la alianza Morena-PT-Encuentro Social, la cual es de alrededor de siete puntos sobre su más cercano competidor Ricardo Anaya Cortés, abanderado de la coalición Por México al Frente del PAN-PRD-MC.

Dos, hay una ventaja a favor de Martha Erika Alonso Hidalgo (MEA), abanderada de Por Puebla al Frente del PAN-PRD-MC-CPP-PSI, de 11 puntos sobre Luis Miguel Barbosa, aspirante de Morena-PT-Encuentro Social.

Un importante porcentaje de electores en Puebla piensa votar por AMLO para presidente de la República y al mismo tiempo por Martha Erika para gobernadora del estado.

Esto quiere decir que en la actualidad hay un escenario de voto diferenciado entre la elección presidencial y la de gobernador del estado.

¿De qué magnitud es el porcentaje de electores que cruza su voto entre AMLO y Martha Erika? Es variable, depende del momento histórico en que se encuentren las contiendas.

En este periodo es de aproximadamente 7%: si hoy fueran las elecciones, siete de cada 100 votantes en la urna sufragarían por AMLO y por Martha Erika. En otras palabras, significaría un voto cruzado también en términos ideológicos. Izquierda en la Presidencia y derecha en la gubernatura.

¿Quiénes son los que cruzan el voto entre AMLO y MEA? Principalmente son mujeres, estudiantes, amas de casa y electores con edades entre 30 y 39 años, quienes no conocen o tienen una opinión indiferente del candidato de Morena en Puebla. Y ellos a su vez tienen en común estar a favor de un cambio de rumbo en el país.

¿Se mantendrá esa magnitud de voto diferenciado? Difícil de saber. Pero por el comportamiento de la última elección presidencial se puede decir que se mantendrá. Por ejemplo, en la elección de 2012, el estado fue ganado por AMLO por un porcentaje menor a 1%. La senaduría por su parte la ganó el PRI con una diferencia mayor, mientras que las diputaciones federales se repartieron entre el PRI y el PAN, claramente un voto diferenciado. Sin embargo, no se presentó un sufragio significativamente mayor a un candidato a Presidente de la República, la votación se dividió entre Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador.

¿De qué depende que se mantenga el voto diferenciado o se dé uno de cascada entre la elección presidencial y la de gobernador en Puebla? Son dos los factores que inclinarán la balanza. En primer lugar, la evolución del posicionamiento de los candidatos a gobernador. Mientras más crezca el posicionamiento de Luis Miguel Barbosa de Morena, más se promoverá un voto en cascada; mientras más crezca el posicionamiento de Martha Erika Alonso o el de Enrique Doger, más se promoverá el voto diferenciado.

En segundo lugar, del crecimiento de Andrés Manuel López Obrador, en este caso significaría que a mayor crecimiento electoral en el país, mayor será la promoción de un voto en cascada a favor de los candidatos de la fuerza política electoral que representa. Y por el contrario, a mayor decremento de AMLO, mayor será la proporción de voto diferenciado.

Ya veremos qué pasará el 1 de julio. La historia de las precampañas está escrita a favor de AMLO en la elección presidencial, y a favor de MEA en la de gobernador. Sin embargo, la historia de la campaña aún está por escribirse y es la que definirá el resultado de la elección.

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