La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía/ @QuintaMam 

Hace seis años, cuando Andrés Manuel López Obrador encabezaba por segunda vez las encuestas presidenciales, Beatriz Gutiérrez Müller, su esposa, me dio una larga entrevista para Reporte Indigo.

Recuerdo que mi cita con Ramón Alberto Garza —padre de El Norte y Reforma, fundador de la nueva era de El Universal—se dio en el legendario Balmoral, del Presidente Intercontinental.

Ahí pactamos la única entrevista que Beatriz ofreció en 2012.

Hoy que AMLO nuevamente lidera las encuestas, no está de más recordar algunos pasajes reveladores de la conversación sostenida en un café del centro de Coyoacán, muy cerca de donde estuvo por años la librería El Parnaso.

Beatriz venía de haber publicado su primera novela y estaba por concluir su doctorado en letras con una tesis sobre Quevedo.

Faltaba más: media entrevista giró sobre la literatura y la poesía.

El tema del fraude electoral del que fue objeto López Obrador en 2006 apareció en la charla, igual que el plantón en Reforma.

“Fue como si entran a tu casa, te roban, despelucan tu sala, tu televisión, tu video, lo que sea, y cuando ya te robaron no te puedes ni quejar. Y si te quejas, te acusan de violento. ‘Es usted un violento, señor’. Y si no te quejas: ‘Es usted un palero. Mira nada más, no tiene pantalones’”, dijo coloquialmente para ilustrar el fraude y la protesta.

Admitió que vivió las elecciones de 2006 con discreción, con prudencia, con angustia también.

“Fue una embestida muy fuerte contra Andrés, contra el movimiento. (…) La violencia se evitó a través del plantón de Reforma. Ojalá mucha gente lo entienda así, sobre todo cuando hubo elecciones tan fuertemente cuestionadas.

“Creo que nunca se podrá saber de qué magnitud fue el fraude que se dio en 2006”.

—¿Tenías miedo? ¿Tuviste miedo?

—Sí, cómo no. Cómo no. Porque tú no sabes quiénes del otro lado están enfurecidos, tanto que quieran actuar de una forma poco convencional.

A sus ojos, López Obrador es un héroe moderno de una nación del siglo 21.

“Es el que sale y es capaz de hacer una transformación a partir, diría Giordano Bruno, del furor heroico”.

Es también un lunático, es decir, un soñador.

Y eso es mejor, señaló.

Más adelante recordó la tensión que se vivió en el país en esos meses.

“Es un precio que se sigue pagando. No fue fácil, porque había evidencia de fraude. Por ejemplo: hubo casillas de Nuevo León en donde había solo 650 electores y acababan votando mil 200. Y son datos oficiales del IFE. Nada más por eso, la casilla tendría que haber estado en duda, pues formó parte de todo un criterio electoral.

“Si tú traías una calcomanía de López Obrador, te ponchaban la llanta. Fue un asunto muy difícil de sobrellevar. Vino el plantón, y pues lo vivimos con mucha angustia. Porque tú no sabes hasta qué punto el dirigente puede de verdad controlar a toda la gente.

“Yo me acuerdo mucho de una carta que le escribe Madero a Porfirio Díaz cuando está preso, una vez hecho el fraude.

“Madero le dice: ‘Usted me pide que yo apacigüe a toda la gente que está por el Sufragio Efectivo, No Reelección. Pero yo no puedo controlarlos a todos, y usted va a ser responsable de que la gente, por su propia cuenta, haga manifestaciones’.

“Es una carta bellísima que le escribe a Porfirio Díaz, al punto que éste se ve obligado a renunciar en los Tratados de Juárez. Lo recordarás: en mayo de 1911. Yo no quiero que lleguemos a eso. Éste es un movimiento pacífico”.

En aquel momento de 2006, como en muchos otros, comentaba todo con Andrés Manuel.

“Siempre comentamos. Siempre comentamos”, dijo.

Y, claro, ella lo aconsejaba, como lo hacen todas las parejas.

Y, por supuesto, tuvo miedo.

“Porque tú no sabes quiénes del otro lado están enfurecidos, tanto que quieran actuar de una forma poco convencional”.

No recordaba actos de hostigamiento contra ella, pero sí que la perseguían los fotógrafos, y la espiaban.

Le interceptaban el teléfono.

Lo recordó un poco burlona.

“¿Cómo pueden pedir legalidad ciertos personajes o ciertas entidades si ellos simplemente están violando la Ley? Violan tu derecho a la privacidad.

“Y me da risa porque tampoco una es tonta para decir por teléfono algún tema de una enfermedad o algún secreto”.

Ella no pernoctó en Reforma.

Permaneció en su casa, en un departamento en la Colonia del Valle.

No en una casa en la Toscana, ni en ninguna residencia de Puebla.

Ni en un castillo en España.

“El que nos lo compruebe, se lo regalo. Porque la verdad es que yo solo tengo ese departamento, donde vivimos con mucho orgullo y mucha dignidad”.

La leyenda negra de que Andrés Manuel era un peligro para México la ayudó a ser más precavida.

No creía entonces que regresara el tema.

“Ya no pegan esas cosas. Ya no pegan. Ya no. La gente está mucho más despierta.

“Desde luego que nunca falta el incauto que siga creyendo las leyendas negras, ¿no? Aunque al mismo Jesucristo lo acusaron de brujo, de encantador, de sacar los demonios. Decían que se la pasaba comiendo, que no era hombre de provecho.

“Las leyendas negras existen desde que el mundo es mundo. No hay que espantarse de eso. Tampoco hay que confiarse y pensar que todo mundo las rechaza porque todos son inteligentes.

“Yo creo que hay gente que sí se cree los cuentos negros. Lo qué hay que hacer es contrarrestar todas esas campañas con acciones y con información”.

Una y otra vez, a lo largo de la entrevista, dijo que prefería al AMLO sereno, mesurado, ése que hemos visto en los últimos tiempos que casi no se enoja de nada.

Seis años después esta entrevista nos dice mucho del hombre que parece imbatible y que lidera todas las encuestas.

¿Quién lo dijera?

Pareciera que la entrevista fue grabada en estos días.

Fragmento de la entrevista

Nació Maximiliano

A mediados de febrero nació Maximiliano (Maximilian) Marín Ludmer, primer nieto de Mario Marin Torres.

El niño, hay que decirlo, es toda la cara de Nadia, su madre nacida en Austria.

Y él tendrá de facto esa nacionalidad.

Ya después obtendrá sin duda la nacionalidad mexicana.

Hay fiesta en la casa Marín Ludmer.

Y en la casa Marín Torres.

Por cierto: el ex gobernador estuvo en Viena para conocer a su nieto después del feliz parto.

Luego regreso a Puebla, donde anda muy activo corriendo en dos pistas: la del PRI y la de MORENA.

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