El enojo de los pejistas

Como una auténtica cubetada de agua fría cayó entre las huestes de Morena la designación de la conductora Nay Salvatori, del elbista y ex morenovallista Guillermo Aréchiga Santamaría y el ex panalista Héctor Alonso Granados como candidatos a diputados federales. Al interior del partido familiar de Andrés Manuel López Obrador se fragua un soterrado enojo e indignación por las maniobras realizadas de su jefe, quien prefirió el cascajo partidista a jugársela con alguno de sus más fervientes seguidores. No se sabe dónde terminará esta inconformidad, pero de que los pejistas están que no les calienta ni el sol, eso es innegable. ¿Será?

 

Efecto búmeran

Luis Miguel Barbosa Huerta se metió en un juego en el que el tiro le salió por la culata. Y es que la transparencia no es una de las cualidades del candidato de Morena a la gubernatura. Resulta que así como denunció ante el INE el rebase del tope de campaña de la abanderada de la megacoalición Por Puebla al Frente, Martha Erika Alonso, ahora el blanquiazul reviró de manera contudente y con cifras; los propios reportes de Morena comprobaron que existen graves anomalías cometidas por el senador con licencia. ¿Será?

 

Deloya, a la deriva

El que de plano no da una es el abanderado del PRI a la presidencia municipal de Puebla, Guillermo Deloya Cobián. Extraviado en pleno proceso electoral, ausente de los medios de comunicación, sin una plataforma electoral que ofrecer y, sobre todo, sin una estructura electoral que lo respalde, el ex presidente del Icadep navega en una solitaria balsa en las aguas de la política poblana, sin que hasta el momento el electorado sepa de su existencia. Lo peor es que en lugar de sumar a Enrique Doger Guerrero, candidato del PRI a la gubernatura, le restará fuerza y posicionamiento. ¿Será?

 

La preocupación de Micalco

Quien anda como muñeca fea es el ex presidente estatal del PAN, Rafael Micalco Méndez, luego de ser inhabilitado por tres años para buscar un cargo de elección popular por el PAN, tras comprobársele una serie de actos de corrupción en la compra de predios para la instalación de comités directivos municipales en el interior del estado. El panista se encuentra con las manos atadas sin poder hacer nada en cuanto a su situación y, en su desesperación, decidió recurrir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para echar abajo la sanción de la Comisión Anticorrupción del albiazul. ¿Será?

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