La aparición de una narcomanta en la autopista México-Puebla, adjudicada al CJNG, acrecienta la posibilidad de su arribo al estado; se presumen enfrentamientos con Zetas y Rojos.

Por: Mario Galeana

La aparición de una nueva narcomanta adjudicada al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la autopista México-Puebla acrecienta la posibilidad del despliegue en el estado de uno de los más violentos y poderosos grupos del crimen
organizado.

El mensaje –colocado ayer en un puente peatonal de Cuautlancingo que se encuentra entre las unidades habitacionales Volkswagen Sur y Norte– hacía referencia a la aparición de dos cuerpos desmembrados en San Martín Texmelucan tres días atrás: un crimen que también se atribuye el cártel que dirige Rubén Oseguera Cervantes, alias El Mencho, como parte de una “limpia” en el estado.

Estos dos incidentes se suman a la aparición de otra narcomanta que fue colocada en las inmediaciones del Mercado Hidalgo. La Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre acusó que era un intento de incriminar a la organización, pero las autoridades de la capital desconocieron la autenticidad del mensaje.

Hasta hace unos años, en Puebla no se habían registrado anuncios frontales –públicos– del crimen organizado. Pero parece que el CJNG rompió esta regla, no sólo en el estado. El 1 de febrero, por ejemplo, una narcomanta firmada por este grupo criminal apareció en un puente de la Ciudad de México.

En su columna Plata o Plomo, publicada en El Universal, el analista de seguridad pública Alejandro Hope valoró lo siguiente: “Habitualmente (la aparición de éstas) es señal temprana de que otro tipo de guerra, de las que involucran plomo, está en camino”.

Lo mismo podría decirse de Puebla.

 

PUEBLA, PLAZA QUE DISPUTAN LOS ZETAS Y JALISCIENSES

Por su alta capacidad de expansión y la violencia que desata a su paso, el secretario de Gobernación (Segob), Alfonso Navarrete Prida, ya ha declarado que el CJNG es “el objetivo prioritario del gobierno federal”.

Para la Agencia Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), desde 2014 este grupo criminal es el más grande del país, puesto que ha logrado extender sus operaciones a través de Asia y Oceanía, ante el debilitamiento de cárteles rivales como el de Sinaloa.

En Puebla, la organización ha estado relacionada con ejecuciones que suponen un enfrentamiento con células del cártel de Los Zetas en la zona conurbada del estado, mientras que en la Mixteca se enfrentan a Los Rojos, un pequeño cártel originario de la zona de La Montaña, en el estado de Guerrero.

 

INICIA EL ENFRENTAMIENTO

A mediados de noviembre pasado, por ejemplo, las autoridades de la entidad y del penal de San Miguel ordenaron el traslado de un lugarteniente del grupo Sangre Nueva Zeta, de nombre José Eduardo González Barreda, conocido como El Lalo.

Días antes, el CJNG declaró públicamente una guerra en su contra con la colocación de una narcomanta más en un puente del Periférico Ecológico, donde también relacionaba a los directivos del penal.

Las amenazas se cumplieron la noche del 20 de noviembre: dos sujetos fueron aprehendidos tras ejecutar en la calzada Zavaleta a Jesús Antonio Hernández Cruz, conocido como El Chucho, presuntamente uno de los hombres más cercanos a González Barreda.

En una audiencia pública realizada en el Centro de Justicia, los detenidos aceptaron ser parte del CJNG y fueron enviados al Centro de Readaptación Social (Cereso) de San Miguel.

A kilómetros de distancia, en la emblemática Mixteca poblana, la región expulsora de migrantes, los pobladores aseguran que el CJNG libra otra batalla con Los Rojos.

En Tulcingo del Valle –denominado el “diamante de la Mixteca”– los rumores de ejecuciones entre grupos rivales corren tan rápido como el plomo y la muerte.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *