La Mirada Crítica
Por: Román Sánchez Zamora / @RomansanchezZ
Variable A:
—En mi soledad nadie me entiende, nadie me escucha… nadie es parte de mí —Lorena pensó y se recostó sobre el jardín de la universidad.
Variable B:
—¿Y qué voy a hacer?... —dijo Moisés.
—Pues búscale, mi’jo... ya nadien responde por ti —le dijo la má’ Julia en aquella comunidad que sólo aparecía en los indicadores de pobreza y que nadie hacía caso más que en tiempo electoral.
Variable C:
—Es necesario que le busques, el patrón te prestó cuando nadie creía en ti y yo puse la cara por ti, así que a joderle —le dijeron a Roberto Carlo, un joven del norte del país que había llegado a estudiar a la universidad pero que por azares del destino tuvo que pedir prestado; la garantía fue su trabajo y lealtad… hasta que el patrón dijera cuándo había sido suficiente.
La desintegración social, el problema de la educación de los derechos del mexicano en bienestar, economía, desarrollo humano, el gobierno se ha sentido ajeno.
Todos sintieron que los problemas sociales, los traumas de la sociedad, dependen de instituciones privadas, que hasta institutos fantasma de desarrollo humano surgen en todas las ciudades prometiendo el cambio de vida la propia reintegración social y lo único que buscan es lo mismo que el capitalismo les ha enseñado: la máxima ganancia a costa del dolor humano.
Un dolor social no es un resultado del convivir de la familia, sino de todo el contexto del Estado en lo que comunica, el cómo lo comunica, la frustración social se refleja en eso, de sus resultados económicos, sociales y políticos.
El sentido de lo político, el sentido del olvido, el sentido de la necesidad electoral, el sentido de aprovechar el instante, el sentir del triunfo de tomar cosas para el provecho personal a cualquier costo, incluso hasta humano, es cosa de todos los días en el mercado… del capitalismo.
La seguridad, la instrucción, la familia, ¿hacia dónde se dirigen?
¿En realidad alguien debe dirigir a las familias?
¿Lo privado ya no es privado y podría alguien meterse en las mentes, en las necesidades y aportaciones de los jóvenes para construir un nuevo país?
¿O es nuevamente renunciar a la construcción y a la responsabilidad individual?
¿Acaso… Nietzsche vive?
¿Acaso, todo se reduce a las reflexiones de Santo Tomás y los círculos del cielo?
¿Volveremos a la guía de Beatriz y Aurelio… y dejar a Alighieri en el olvido… de una balsa… lamiéndose las lágrimas de lo que nunca existió?
¿Acaso el padre Ripalda… la guía de mis primeras letras, debe ser reescrito y dejar en el olvido a la heroína de túnica blanca pues no sirve a un ideal postmodernista, según los nuevos ideólogos que viven en la soledad de sus letras y los ecos de los niños?
O quizá debamos de resucitar al Jairo y que éste dé una cátedra de Gobierno en un doctorado y Buñuel llore este encuentro, pues será la más lúcida realidad de un tiempo que un perro andaluz… juegue a vivir.
La vida en números (a+b+c)/t1+t2 = Δ… la vida en nada…
Lorena… fue ese día al cine con su padre… Moisés, al saber la propuesta de Roberto Carlo… le dijo que nunca más se acercara a él… pues Moisés planeaba hacer una carrera académica, reconocía que sí le debía dinero y le pagaría el fin de semana…
Roberto… no pudo con la presión… volvió a su pueblo, dos días después… todos se enteraron que lo habían atacado… se fue a Estados Unidos… ya nadie sabe de él…
