Las Serpientes

Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo 

El asesinato del aspirante de Morena a la alcaldía de Santa Clara Ocoyucan, Aarón Varela Martínez, contribuye a enrarecer el clima en el cual se llevará a cabo la elección del próximo domingo 1 de julio, lo que debe poner a pensar –y mucho – a los encargados de la seguridad y la gobernabilidad en el estado.

El hecho es del todo reprobable, además de que evidencia lo frágil que puede ser la seguridad de todos los aspirantes que participan en este proceso electoral.

Mucho trabajo tiene por delante el secretario General de Gobierno, el oaxaqueño Diódoro Carrasco Altamirano, y el titular de Seguridad Pública, Jesús Morales Rodríguez, para que Puebla no se convierta en un Guerrero, en un Michoacán, donde las diferencias políticas se arreglan a balazos o haciendo a un lado a los adversarios.

El artero asesinato de Aarón Varela debe servir para tomar las cosas muy en serio y comenzar a trabajar en una estrategia de protección para todos los que aspiran a un puesto de elección popular, sobre todo aquellos que buscan competir en las zonas infectadas por el robo de combustible.

¿Cuántos personajes que puedan resultar incómodos, políticamente hablando, no están dentro de la lista de posibles víctimas donde se da el huachicol?

El crimen organizado no se va a tentar el corazón para deshacerse de aquellos políticos que no se ajustan a sus intereses; además, es un hecho que en esta elección las bandas que operan en la zona del triángulo rojo y la franja de San Martín Texmelucan y Huejotzingo buscarán tener influencia, sobre todo a nivel municipal.

El crimen contra el aspirante a candidato de Morena a la alcaldía de Ocoyucan lastima y provoca miedo ante la sociedad, por lo cual es urgente que las autoridades den pronta respuesta a este asesinato y se pongan a trabajar para evitar que el clima electoral se enrarezca aún más en Puebla.

La seguridad es un tema fundamental para que las elecciones se desarrollen en un marco adecuado y los ciudadanos puedan ejercer de manera libre su voto.

El clima de inestabilidad sólo provoca el abstencionismo porque mucha gente dudará de ir a votar. Por eso es necesario que haya una rápida resolución a este asesinato, con el fin de evitar la incertidumbre.

Santa Clara Ocoyucan ha estado en el ojo del huracán desde hace varios años.

Basta recordar que una de sus juntas auxiliares, Chalchihuapan, vivió un episodio de violencia pocas veces visto cuando habitantes de este lugar chocaron contra elementos de seguridad pública, con saldo de un niño muerto: José Luis Tehuatlie Tamayo.

Antorcha Campesina, el PRD y Morena luchan por hacerse del control de este municipio cercano a la capital, cuya riqueza radica en albergar las torres repetidoras de las señales de las dos televisoras nacionales más importantes del país. Y ahora más, porque en su suelo avanza y crece el voraz desarrollo inmobiliario de Lomas de Angelópolis, aunque en la más completa anarquía.

Deben tomarse previsiones al respecto en esta zona, en la cual desde hace tiempo ha habido enfrentamientos y prevalece un clima enrarecido desde el año 2013.

Santa Clara Ocoyucan debe ser tema de un trabajo político de alto nivel, so pena de que la violencia se extienda hacia otros municipios del estado, aderezando lo anterior el proceso electoral, situación que provoca que los ánimos de estas poblaciones se calienten todavía más.

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