Lector Curioso
Por: Rebecca Alcaide / @rebeccaalcaide
En tiempos donde lo más importante es la apariencia, el poder adquisitivo, travel pictures, traer un buen carro, el celular de moda, los out fits que marcan tendencia, el bluff de las redes sociales, lo slim o fit, trending topic, los títulos académicos, las denominaciones de poderes, etc… hemos dejado de lado lo verdaderamente valioso de la vida por lo transitorio y efímero, y sin darnos cuenta nos reificamos a cada instantes pues, somos en relación a lo que ostentamos y no a lo que nos construye en el interior.
El ser humano para ser pleno debe atender cada esfera que lo compone, la materia física, lo inmaterial como el espíritu y lo abstracto que nos hace trascender como nuestros pensamientos. Por eso, debemos a pastarle a lo perenne que es la humanidad y construir seres libres, auténticos, generosos, respetuoso, tolerantes, solidarios, con una visión común de bienestar.
Por eso insisto en que es momento de apostar a la familia, a la edificación de valores, que se retomen los destellos utópicos que alguna vez nos movieron para hacer las cosas distintas, seamos atrevidos para innovar desde las profundidades del ser y revindiquemos al hombre en cuanto a su esencia natural que es tender a lo bueno.
Dejemos que nuestros actos positivos sean los que hablen por nosotros y que ello nos haga trascender.
Esta es la invitación a emanciparnos del materialismo neoliberal y retornar a la construcción del ser en cuanto al ser.