Julián Haddad rebasó el objetivo al hacer  siete mil 508 abdominales en una hora 47 minutos y 36 segundos.

Por: Osvaldo Valencia

Al aproximarse a la meta de las siete mil 500 abdominales, su filosofía de vida le dijo a Julián Haddad que podía realizar 100 repeticiones más. Sus familiares le respondieron con un rotundo: “¡No!”.

Es una mañana de sábado en el Parque del Arte, ante él están decenas de conocidos y desconocidos, en espera de presenciar la historia.

Julián se ve concentrado para iniciar con su reto: hacer siete mil 500 abdominales consecutivas en un tiempo de una hora 50 minutos, pero a él lo que más le importa –más allá del récord– es ayudar a las 300 personas con discapacidad auditiva.

“Lo más importante de esto es que dejemos una señal a los poblanos, siempre tenemos que hacer nuestro mayor esfuerzo para ayudar a las personas que nos necesitan”, dice previo a iniciar su proeza física.

Toma sus últimas bocanadas de aire, se unta vaselina en la espalda para evitar que la fricción del movimiento le provoque desprendimiento de piel, prepara su cuerpo en el crunch –máquina de abdominales– y espera la señal de la cuenta regresiva para comenzar.

Julián se olvida de todo lo que lo rodea cuando se recuesta en el crunch y comienza con su rutina de abdominales. Al interior del domo instalado en el Parque del Arte se escucha una canción que los nietos de Julián le compusieron para la ocasión.

El público se acerca para alentarlo a continuar con el ritmo, con fuerza, pero los organizadores piden que se retiren, que le den espacio para respirar, pues el poco aire y el ambiente caluroso le podrían complicar.

Después de una hora de repeticiones Julián comienza a jalar ligeras bocanadas de aire por la boca, se escucha un quejido. Los rostros de su familia reflejan preocupación, sin embargo, lanzan porras para que continúe.

El contador marca seis mil abdominales, al escuchar eso Julián no cambia su ritmo, pero sus brazos comienzan a tensarse, a acalambrarse, sólo los agita para poder continuar.

Después de una hora 40 minutos Julián pregunta cuántas abdominales ha hecho. “Siete mil 80”, le dice el notario público que dará legalidad al evento. Después de esto Julián acelera su velocidad.

–Lo va a superar en menos tiempo de lo que dijo– narra un reportero a través de Facebook Live.

Siete minutos después comienza la cuenta regresiva, Julián ve inminente que impondrá una nueva marca y, aunque su principal objetivo es ayudar a las personas con discapacidad auditiva, quiere acrecentar su meta a siete mil 600 abdominales.

“La vida es de retos y hay que estarlos cumpliendo. La vida siempre es muy intensa y tienes que ir tú a la velocidad de la vida, no puedes ir ni más rápido ni más despacio”, dijo en una entrevista previa.

Julián lo ha superado, ha realizado siete mil 508 abdominales en una hora 47 minutos y 36 segundos, apenas y tiene fuerzas para levantar los brazos y sonreír para la foto.

¿Qué le queda a alguien que impone un récord de más de siete mil abdominales? Cansancio y emoción por no defraudar a las personas que necesitan escuchar y ser escuchadas.

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