Por: Osvaldo Valencia
Asociaciones dedicadas a la protección y saneamiento del río Atoyac han señalado a San Martín Texmelucan y Huejotzingo como los municipios que más contaminan el afluente.
La directora ejecutiva de la fundación Dale la Cara al Atoyac, Violeta Trinidad, señaló que de acuerdo con evaluaciones que han realizado en los últimos meses, San Martín Texmelucan es el punto donde más se contamina al Atoyac en el estado.
“De los municipios con más contaminantes que se ha demostrado con el río, por estudios que se han hecho, es el de San Martín (Texmelucan)”, declaró.
Violeta Trinidad manifestó que, antes de este municipio, el punto más contaminante era la Central de Abasto de Puebla, pero con la reciente inauguración de la planta tratadora de agua se convertirá en el “punto fuerte” para rehabilitar el Atoyac.
Otra de las zonas que provocaron preocupación fue Huejotzingo, pues tienen altos niveles de contaminación pese a contar con una planta de tratamiento de agua, sin embargo, ha sido abandonada.
De igual manera, dijo que de los 70 municipios que arrojan desechos al Atoyac, 22 son del estado de Puebla y 48 de Tlaxcala; de estos, sólo en siete funcionan plantas tratadoras de agua.
Apuntó que en estos municipios se encuentran 23 plantas, de las cuales ocho cumplen con la Norma Oficial Mexicana NOM-001-Semarnat, y sólo una da cumplimento a la declaratoria ambiental, la cual se encuentra en el Ecoparque Metropolitano de la ciudad de Puebla.
En días pasados representantes del colectivo Yanmati señalaron que las administraciones han sido omisas ante las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para atender la contaminación del afluente.
También, integrantes de Atoyac Río Vivo invitaron a los ediles de los municipios con mayor índice de contaminación al afluente a dar a conocer las acciones que han realizado para sanear el río.
Además, exhortaron a las administraciones municipales, gobiernos estatales, secretarías y delegaciones federales a recuperar el Atoyac en un lapso de tres años.
