Morena y la necesaria explicación

Adán Xicale Huitle no es cualquier militante de Morena. Su lucha por la defensa del territorio sanandreseño lo llevó a ser considerado como un preso político durante el sexenio pasado. Su figura tomó fuerza y se consolidó como un referente de la lucha de la izquierda poblana. Que ahora ese luchador denuncie que hubo cobros económicos por encuestas para elegir a los aspirantes de los municipios por este partido y que no se hicieron, no es cosa menor. Mucho menos lo es que sugiera que hubo venta de candidaturas. La dirigencia estatal está obligada a dar una profunda explicación a la opinión pública, porque es urgente y necesaria. ¿Será?

 

El refuerzo de MC

Elías Abaid Kuri es uno de los mejores fichajes que Movimiento Ciudadano (MC) haya podido tener en esta elección. Conocedor de la operación electoral y la movilización, el político se suma a la causa del morenogalismo con fuerza, con todas las cartas credenciales y el respaldo de la dirigencia nacional. Es, sin duda, un refuerzo que ayudará a operar la zona conurbada, mientras el dirigente estatal de MC, Fernando Morales Martínez, se desempeña en el interior del estado y realiza su propia campaña para la diputación federal. ¿Será?

 

El timing de Doger

Algo pasa en el equipo del candidato del PRI a la gubernatura, Enrique Doger Guerrero. El timing y el discurso no están empatando con la realidad. El caso más reciente es que el abanderado decidió inscribirse ante el Instituto Electoral del Estado el viernes de la semana pasada, perdiendo la oportunidad de aparecer en las primeras planas de los medios de comunicación el lunes, el más importante de la semana, informativamente hablando. El ex rector quedó olvidado en un nota de fin de semana mientras que sus oponentes llenaron las portadas y captaron los reflectores en amplia medida. ¿Será?

 

El enojo en Nueva Alianza

Institucional hasta la médula, el profesor Cirilo Salas Hernández decidió romper el silencio y tronó contra la designación de Alejandro Romero Carreto. “Fue un proceso muy desaseado”, fue la lapidaria frase que soltó en contra de la dirigencia de Nueva Alianza, encabezada por el timorato Emilio Salgado Néstor, quien terminó por reconocer que la elección de su abanderado a la gubernatura no fue producto de una medición científica de la opinión pública “porque ya no hubo tiempo” de hacerla, sino que se trató de un vil dedazo que, como se ve, no dejó a nadie contento. ¿Será?

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