Deloya y el barco a la deriva
Guillermo Deloya Cobián no sólo es uno de los candidatos menos competitivos que existan en la actualidad sino que tras su registro como abanderado del PRI al gobierno capitalino ante al Instituto Electoral del Estado resultó enemistado con la CTM, organización a la que le negó un espacio en la lista de regidores, lo cual significa que perdió uno de los bastiones de movilización electoral por excelencia en Puebla. Asimismo, demostró su poca capacidad para la negociación y amarres entre los diferentes grupos a fin de dar cabida a todos e ir en unidad. Al final, Deloya sacó a relucir el aprendiz de político que siempre ha sido. ¿Será?
La mano del Yunque
Eduardo Rivera Pérez no podrá quejarse de que el morenogalismo no cumplió su promesa, pues lo dejaron integrar a modo su planilla de regidores al Ayuntamiento de Puebla. Fiel a su origen, el abanderado de Por Puebla al Frente decidió beneficiar a integrantes de la Organización Nacional del Yunque con cargos y suplencias. No obstante, también abrió espacios para otros partidos políticos como Movimiento Ciudadano y el PRD, a fin de que pudieran integrar una lista que sumara y no terminara por perjudicar al ex alcalde. ¿Será?
PES, un dolor de cabeza
El Partido Encuentro Social se convirtió en un auténtico dolor de cabeza para la coalición Juntos Haremos Historia. Resulta que dicho instituto primero fue denunciado por la presunta venta de candidaturas en 90 mil pesos; luego, un grupo de simpatizantes anunció una desbandada debido a que destestan la designación de Luis Miguel Barbosa Huerta como candidato de dicha alianza. Y, ahora, para colmo se sabe que el PES es el responsable de que en Palmar de Bravo haya sido designado Martín Mirón López como candidato, pese a que es tío de El Kalimba , líder huachicolero asesinado hace unos meses. ¿Será?
Un líder en apuros
Pues con la novedad de que el inefable dirigente del partido Nueva Alianza en la entidad, Emilio Salgado Néstor, sigue enfrentando los reclamos de los maestros de base y la estructura por designar a un notario como candidato a la gubernatura de Puebla. Y es que los docentes consideran que ahora que su instituto político jugará por primera vez solo en la elección local, ese cargo corresponde por derecho a un profesor. Lo malo de Salgado Néstor es que su soberbia lo ha hecho hacer oídos sordos a las quejas, por lo que el enojo se volvió al doble por parte del magisterio inconforme. ¿Será?
