Entre Libros

Por: Fredo Godínez

El Arte de la fuga de Sergio Pitol fue mi primer encuentro con un relato y/o cuento autobiográfico; libro al que llegué gracias a la recomendación que Pedro Ángel Palou me hiciera en alguna de nuestras conversaciones.

A partir de ese momento, esa mezcla de géneros me llamó la atención y he invertido la mayor parte de mi tiempo buscando dicho tipo de literatura. Por supuesto que he devorado prácticamente todos los libros escritos por Pitol y me he acercado a otro tipo de autores que han abordado el género autobiográfico como son: V. S. Naipaul, Philip Roth, David Grossman. Sin olvidar, por supuesto, algunos de los libros escritos por Margo Glantz como Yo también me acuerdo.

A mis manos llegó Arde, memoria, el libro más reciente que se ha publicado del reconocido escritor y conductor de La otra aventura: Rafael Pérez Gay.

Tal y como acompaña al título de la obra, esperaba encontrarme con una sencilla antología personal de cuentos. Una especie de selección sentimental/crítica de los cuentos que para el autor han sobrevivido al tiempo y la auto crítica personal. Empero, me encontré con un libro bastante agradable y excesivamente maravilloso, pues leer cada uno de los textos implica emprender un viaje en el tiempo y en los recuerdos del escritor, que con el transcurrir de los años –seguramente– tendrán un poco de ficción.

Rafael Pérez Gay recurrió a cinco de sus libros de cuentos/relatos y decidió ordenarlos bajo cuatro ejes temáticos: Mundos paralelos, sueños rotos; abismos; relatos súbitos y Del corazón a mis asuntos.

Ese orden es, pues, una especie de Virgilio que nos guía por los recuerdos, la memoria, de Pérez Gay que están narrados con una extraña precisión y nos transporta “físicamente” a los escenarios retratados por el autor y junto a cada uno de los personajes recorremos las cantinas, los tugurios y los barrios de esta ciudad; pero también conocemos con detalle cuáles son sus miedos, frustraciones, sus lecturas, sus amistades y sus relaciones amorosas y familiares.

Arde, memoria es, de alguna forma, una lucha contra el olvido pues, en un modo donde todo se ha vuelto tan inmediato, efímero, el recuerdo –la memoria– parece ser el único vehículo posible para recuperar trozos de nuestro pasado y así, quizá, entender la razón de nuestro presente.

Arde, memoria viene a recapitularnos que la única forma en que podemos preservar al “otro”, a uno mismo y a los ratos vividos es a través de los recuerdos y la mejor manera de conservarlos es a través de la escritura.

En Arde, memoria Rafael Pérez Gay logra que el cuento y el relato se pongan al servicio del recuerdo. Tal y como pasa cuando uno se acerca a la mayoría de los libros escritos por Sergio Pitol.

Arde, memoria es una excelente forma de iniciarse en el universo narrativo de Pérez Gay y una gran invitación para querer adentrarse en el resto de sus textos literarios.

Temática. El libro de Pérez Gay es, de alguna manera, una lucha contra el olvido, pues los recuerdos son el único vehículo a nuestro pasado para entender nuestro presente. / ESPECIAL

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*Arde, Memoria: Rafael Pérez Gay. Tusquets / Planeta: 2017. México.

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