El dirigente estatal se lavó las manos y aseguró que el proceso interno fue conducido por la comisión nacional de elecciones

Por: Mario Galeana

Militantes de Morena en Atlixco irrumpieron al final de la presentación de la agenda legislativa de los candidatos a diputados federales y senadores de la coalición Juntos Haremos Historia para denunciar la imposición del ex priista Eleazar Pérez Sánchez como abanderado a la presidencia de ese municipio.

Alrededor de 100 inconformes encararon a Gabriel Biestro Medinilla, presidente estatal del partido, para acusar a Pérez Sánchez de corrupción y presuntos vínculos con el narcotráfico.

También exigieron la reposición del proceso de designación del candidato de Morena en Atlixco. De lo contrario, amagaron con exigir la renuncia del presidente del Comité Ejecutivo Estatal (CEE) del partido.

Biestro Medinilla, quien minutos antes de la irrupción había negado a la prensa que la militancia estuviera inconforme, no se comprometió a revertir la designación de Pérez Sánchez, quien fue alcalde de Atlixco durante el trienio 2008-2011, periodo cuando se le vinculó con el narcoedil de Izúcar de Matamoros, Rubén Gil Campos.

El resto de los candidatos al Senado y la Cámara de Diputados por la alianza Morena-PT-PES ya había abandonado el recinto, salvo Fernando Manzanilla Prieto, a quien los quejosos también relacionaron con las imposiciones en Atlixco.

Denuncian irregularidades en candidaturas

Durante la protesta, los militantes confirmaron que, antes de la designación de Pérez Sánchez, el partido había elegido al empresario Juan Antonio Villarroel García, quien renunció a la candidatura debido a que Biestro Medinilla lo obligó a incluir a Edgar Moranchel Carreto en el tercer lugar de la planilla de regidores.

Según los quejosos, desde entonces han presentado varios escritos ante el CEE de Morena para explicar los motivos por los cuales Pérez Sánchez no debería ser el abanderado, pero las autoridades del partido ni siquiera han dado acuse de recibo a las solicitudes.

Por ello, encararon al presidente estatal de Morena para que fundamentara la designación del ex priista.

Pero Biestro Medinilla se limitó a contestar que el proceso interno fue conducido por la Comisión Nacional de Elecciones de Morena y que, de existir inconformidades, deben agotar todos los recursos jurídicos que disponen los órganos partidistas.

Minutos antes de que los inconformes arribaran a la presentación de la agenda legislativa, el presidente estatal de Morena había negado en entrevista con 24 Horas Puebla que la militancia del partido en Atlixco estuviera inconforme.

“Es sólo una parte. Yo he hablado con los consejeros estatales de Atlixco, con los integrantes de los comités, y las cosas van caminando. Este grupo tiene a lo mejor una inconformidad legítima, pero no representa a toda la militancia”, dijo.

Incluso los instó a dejar de lado las protestas contra Pérez Sánchez y dedicarse a fortalecer la estructura de defensa del voto en aquel municipio.

Candidato con oscuro pasado

Los morenistas inconformes aseguraron que entre una terna de posibles candidatos, la dirección de Morena eligió “al peor” aspirante posible. Y es que, según ellos, Pérez Sánchez estuvo ligado a grupos del crimen organizado y a actos de corrupción durante su trienio como alcalde de Atlixco.

Biestro Medinilla se opuso a debatir el pasado político del futuro candidato de Morena, y sólo reiteró a los quejosos que, de haber irregularidades, deben presentar sus denuncias ante la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido.

El trienio de Pérez Sánchez no destacó por buenos resultados. La bancada del PAN de la LVIII Legislatura lo acusó continuamente de desvío de recursos públicos a favor del PRI.

En 2015, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) determinó que el ex alcalde “dejó de comprobar y justificar recursos públicos por un importe de un millón 803 mil 304 pesos” de sus últimos 45 días de gobierno.

Pero pudo corregir dichas irregularidades hasta mediados de diciembre del año pasado, por lo que los diputados locales finalmente avalaron su ejercicio fiscal.

A Pérez Sánchez también se le relacionó con el ex alcalde de Izúcar de Matamoros Rubén Gil Sánchez, quien en 2008 fue detenido por la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés), que lo identificó como presunto responsable de narcotráfico. No obstante, el ex priista negó reiteradamente cualquier relación con el narcoedil.

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