El candidato a diputado local por el distrito 20 de puebla ha sido involucrado con enfrentamientos o agresiones con la prensa y militantes de otros partidos
Por: Staff 24 Horas Puebla
El alcalde con licencia de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, ha capitulado una carrera política repleta de escándalos.
Su más reciente altercado se produjo en la plaza comercial Angelópolis, donde forcejeó e intercambió acusaciones por el robo de celulares con Fabian Gómez, director del portal de noticias Contraparte MX.
Pero este sólo fue uno de la larga cadena de momentos en que el candidato a diputado local por el distrito 20 de Puebla ha sido involucrado con enfrentamientos o agresiones con la prensa.
En su corta vida política también destacan enfrentamientos con militantes del PRI, PAN y hasta de su partido, Morena.
En su periodo como alcalde sampetrino, cargo que abandonó para brincar a otro puesto de elección popular, no salió bien librado y fueron constantes las acusaciones por presuntas extorsiones, hostigamiento a vendedores populares y represión.
Larga cadena de grescas con la prensa
La carrera política de Espinosa Torres se recibe a su paso como diputado local en el Congreso del estado y a su periodo como alcalde de San Pedro Cholula. Y en ambas encomiendas destacó por sus agresiones a la prensa.
En septiembre de 2011, el entonces legislador local por Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano) encaró a un reportero que cuestionó sus ausencias en las sesiones en la LVI Legislatura.
Desde el patio central del Congreso, Espinosa Torres se acercó al reportero y columnista del periódico Síntesis, Alfonso González Téllez, para darle unas fuertes palmadas en el pecho y advertirle que tuviera cuidado: “Te voy a recomendar que no me andes cuidando la bragueta, cabrón”, le dijo.
En noviembre de 2012, el diputado local volvió a amenazar a otro reportero. Se trata de Paulo Yolátl, director de Sexenio, al que amenazó e insultó antes de que un grupo de personas interviniera en la discusión para evitar un enfrentamiento físico.
Las cámaras del Congreso local grabaron el enfrentamiento, y fue Espinosa Torres quien lo divulgó desde sus redes sociales tras afirmar que había sido “un intento de provocación” por parte del reportero.
El deslinde y el intento de victimización por parte del alcalde con licencia ha sido una constante en estos altercados.
Años después, ya enquistado en la presidencia sampetrina, Espinosa Torres llamó “cobarde” y “poco hombre” al subdirector de 24 Horas Puebla, Ignacio Juárez Galindo, quien cuestionó las inconsistencias en su declaración patrimonial.
“Eres un poco hombre, ¿okey? Y demuestras de qué estás hecho. Yo no tengo que hacer ninguna transa. Pídele a tu patrón Rafael Moreno Valle su declaración”, lanzó contra el periodista en una conferencia realizada el 14 de marzo de 2017.
Meses después, en junio de 2017, ordenó al secretario General del Ayuntamiento de San Pedro Cholula, Ignacio Molina Huerta, presentar una demanda por daño moral en contra del reportero Mario Galeana, quien a través de una investigación había revelado el posible uso de prestanombres en la asignación de obra pública durante su estión.
Sin embargo, Molina Huerta desistió de la demanda días después, tras recibir un par de recomendaciones emitidas por la organización internacional Artículo 19, que ordenó al gobierno de Espinosa Torres garantizar el libre ejercicio periodístico.
Del “¡Ay, mi mano!” al puñetazo en el Estado de México
En la arena política, Espinosa Torres también ha protagonizado distintos escándalos.
En junio de 2017, por ejemplo, acudió al Estado de México para operar a favor de la candidata de Morena, Delfina Gómez. En Ecatepec, tras ser señalado por presuntamente agredir a otra persona, un grupo de priistas lo persiguió hasta su camioneta.
Antes de abordar su camioneta, el alcalde con licencia recibió un puñetazo por parte de uno de los integrantes de la turba, y acto seguido fue tomado en brazos por un funcionario de su administración.
Meses antes, en marzo de ese mismo año, el candidato a diputado local emprendió una cruzada contra la supuesta privatización del agua, que estaba relacionada a una reforma que él había aprobado durante su periodo como diputado local.
Entre ausencias injustificadas ante el Cabildo cholulteca, Espinosa Torres realizaba mítines en el Zócalo de la capital, recorría estaciones de radios y redacciones de periódicos para potencializar su arenga.
En una ocasión, acudió a Televisa Puebla, donde el entonces vocero del gobierno del estado, Javier Lozano Alarcón, otorgaba una entrevista para negar la privatización. Al salir del estudio, Lozano Alarcón fue perseguido por Espinosa Torres; juntos recorrieron oficinas, escalones y finalmente llegaron a la camioneta del ex panista, quien intentó dar un portazo, pero el alcalde con licencia clavó su brazo para bloquear el cierre del auto.
Así, con el brazo machucado, sólo alcanzó a proferir: “¡Ay, mi mano, mi mano!”, y dejó a Lozano Alarcón marcharse del lugar.
Espinosa Torres ha protagonizado riñas con los integrantes de su propio partido político, Morena.
El 8 de febrero reventó la asamblea distrital federal que Morena realizaba en Cholula. El alcalde con licencia acudió al lugar con un grupo de al menos 100 personas, quienes abrieron el inmueble por la fuerza, entre vidrios rotos y jaloneos con otros militantes.
El repudio de los cholultecas
Su gestión como dil de San Pedro Cholula no salió bien librada de escándalos.
En julio de 2015, Espinosa Torres fue derribado de un templete por un grupo de pobladores de Calpan, quienes lo acusaban de construir un tiradero en aquel municipio.
En abril de 2017, durante la recta final de su administración, el alcalde cholulteca ordenó a sus cuerpos policiales reventar la protesta de un grupo de habitantes de Santiago Momoxpan, quienes acusaban irregularidades en la tarifa de agua.
De acuerdo con el Comité para la Libertad de los Presos Políticos y contra la Represión Social en Puebla, durante el operativo se hicieron disparos al aire y se lanzó gas lacrimógeno en contra de los manifestantes, algunos de los cuales fueron golpeados en el rostro.

