Las Serpientes

Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo 

El crecimiento que registra el candidato de Morena a la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, en todos y cada uno de los sondeos, ya es calificado por mucho como la “venganza” del pueblo en contra del régimen que le falló, luego de múltiples oportunidades.

Si bien es cierto que dentro de nuestro continente y, por qué no decirlo, en el ámbito internacional, México ocupa un lugar importante y registra un alto grado de desarrollo económico, los saldos sociales son apabullantes y se reflejan en la desigualdad, traducida en la pobreza de millones de habitantes.

Los altos niveles porcentuales que registra el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia, que algunos señalan que se pueden incrementar en los dos meses y días que aún le restan a la campaña, son el reflejo del hartazgo de los más diversos sectores de la sociedad.

Hay personajes, como el politólogo Rafael Quiroz Corona, que aseguran que si no pasa nada extraordinario durante el debate del próximo domingo, el tabasqueño puede alcanzar el domingo 1 de julio una votación histórica que llegaría hasta 60% de las preferencias.

La hipótesis de Rafa está bien sustentada y los estudios de opinión muestran que contrario a lo que se pudiera esperar, si el candidato del PRI a la presidencia de la República, José Antonio Meade, se cayera aún más en las preferencias, la segunda opción para los seguidores y simpatizantes del tricolor no es Anaya, sino López Obrador.

Lo mismo ocurre en el caso de Ricardo Anaya, contradictoriamente la segunda opción de muchos panistas e integrantes de la sociedad civil, que suelen simpatizar con el panismo, no es José Antonio Meade, sino el tabasqueño, que de cualquier modo representa una fuerza electoral pocas veces vista y traducida como el voto de la venganza.

Una y otra vez en este espacio lo hemos señalado, el mood social, el clima electoral, es de enfado por parte de la gente, que está harta y lista para salir a votar y encumbrar a cualquier otra opción que no se el PRI o el PAN.

El crecimiento electoral del tabasqueño parece ya también explicar la segunda interrogante que se ha planteado en este mismo espacio, difícilmente habrá voto diferenciado.

La interrogante que planteamos hace unas semanas, al parecer se va resolviendo de manera paulatina.

La fuerza de López Obrador, en los hechos, ha resultado ser suficiente para que como lo señalara Fernando Manzanilla, “hasta los desconocidos estén bien posicionados”.

López Obrador es Morena, es decir, el de Macuspana hace a la marca, pero también la marca ahora ya comienza a permear de tal forma que personajes grabando solo videos y sin hacer el menor esfuerzo son competitivos y están bien posicionados.

El tren lopezobradorista se puede ir en cascada hasta las candidaturas a las alcaldías, de acuerdo con lo que se observa y a las tendencias que registra el tabasqueño.

Senadurías, diputaciones federales, diputaciones locales y hasta gubernaturas podrían ser arrastradas por Andrés Manuel, en caso de que éste llegue a alcanzar hasta 60% de las preferencias, como lo pronostica Rafael Quiroz.

Lo que pudiera perder el tabasqueño es mínimo, pero lo importante sería frenar su crecimiento, el cual ha superado cualquier expectativa planteada al inicio de año, lo que ratifica que el voto de una buena parte del electorado es el voto de la venganza en contra del sistema.

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