Las Serpientes
Por: Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
La situación es caótica al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ante la debacle del candidato del tricolor a la Presidencia de la República, José Antonio Meade, las diferentes tribus buscan una ruta de evacuación.
Cada grupo político del tricolor busca aferrarse a la sobrevivencia, sin importar cual sea el objeto al que quieran asirse.
Es un hecho que ante el diluvio que se aproxima, el grupo del ex secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, está cada día más cerca de López Obrador que de José Antonio Meade, a quien le urge subir al menos unos dos o tres puntos para evitar la fuga final.
De muy buena fuente se sabe que luego de que se detonó La Estafa Maestra, el grupo del ex secretario Osorio buscó afanosamente el salvar a uno de los suyos: a la ex jefa de gobierno del Distrito Federal y ex titular de la Sedesol, Rosario Robles Berlanga.
Cabe señalar que Robles era parte del equipo del jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.
De igual manera, luego de dejar la jefatura de gobierno, Cuauhtémoc Cárdenas designó como su sustituta a Robles Berlanga, en ese entones una desconocida política, quien recibió su primera oportunidad al frente del gobierno de la Ciudad de México y vaya que lució en la encomienda.
Robles llegó a robarle escenario a López Obrador en su etapa de jefa de gobierno del entonces Distrito Federal.
Enrique Peña Nieto y el grupo mexiquense quiso desactivar las críticas luego de su triunfo en 2012, integrando a Robles en su gabinete, para ese entonces el estigma de Carlos Ahumada y El Señor de las Ligas hacía que la imagen de la ex jefa de gobierno no fuera la mejor.
Robles se ligó al grupo del ex gobernador de Hidalgo y en aquella época aspirante a la Presidencia de la República, Miguel Ángel Osorio Chong, quien soñaba ser el futuro sucesor del mexiquense, y que ayudó a obtener el triunfo sobre López Obrador.
Robles fue recompensada con la Secretaría de Desarrollo Social al inicio de la presente administración, la cual se convirtió en la caja chica del tricolor para financiar las campañas del PRI a nivel federal y a las gubernaturas que estuvieron en juego durante el sexenio que está por concluir. La Estafa Maestra obedece a esta lógica.
No busco justificar a Robles y sus secuaces, entre quienes se encuentra el poblano Juan Carlos Lastiri Quirós, quien fungió como subsecretario en esta dependencia por recomendación de su amigo, el hidalguense Jorge Márquez, hombre de todas las confianzas de Osorio.
Lo que quiero decir, es que La Estafa Maestra obedeció al diseño electoral del grupo mexiquense y del presidente Peña para financiar las campañas del PRI y, seguramente, algo se habrá quedado en los bolsillos de Robles, Lastiri y demás secuaces.
Todo este rollo viene a colación porque ahora el grupo de Chong y Robles buscan negociar sus canicas –pocas o muchas– a Andrés Manuel López Obrador, a cambio de que se olvide La Estafa Maestra.
Los intentos de acercamientos con el tabasqueño son constantes, y son varios los emisarios enviados para tratar de llegar a un acuerdo y terminar de hundir la campaña de José Antonio Meade Kuribreña.
Tal vez a esto se deba la inactividad que registra la campaña de Juan Carlos Lastiri al Senado de la República, la cual naufraga en el tercer lugar de las preferencias, pese a los esfuerzos que realiza la compañera de fórmula del zacatleco, Xitlalic Ceja.
Cabe recordar que Lastiri y el candidato de Morena al Senado de la República, Alejandro Armenta, fueron parte del mismo equipo político: el de Mario Marín Torres en la Sedesol y luego de Javier López Zavala.
Lastiri esperaba que desde Las Fuentes llegara la ayuda divina para quedar en el segundo lugar y poder entrar al Senado para obtener fuero, pero al parecer, luego del primer debate, su grupo político ya decidió jugársela con López Obrador, para que el tabasqueño se olvide de La Estafa Maestra a cambio de ayuda.
Habrá quienes opinen que López Obrador ya no necesita más ayuda, que por sí mismo gana, pero no está de más que lleguen los refuerzos, no para ganar la Presidencia, sino para obtener el control total de las cámaras legislativas.
Tal vez a esto se deba que Lastiri no haya recibido los apoyos y la ayuda que esperaba de Las Fuentes.

