Por: Osvaldo Valencia

 

Petróleos Mexicanos (Pemex) probará diferentes tecnologías en el ducto Minatitlán con el fin de rehabilitarlo y utilizarlo para transportar hidrocarburos.

La empresa petrolera realizará la instalación de un reforzamiento de siete capas de acero para blindar el ducto, además de colocar válvulas extras para cerrar el flujo del hidrocarburo, así como membranas que detectará cuando se intente vulnerar el ducto para detener el paso del combustible.

Sin embargo para que eso se concrete pasarán varios años para perfeccionar el blindaje, además de que la inversión será de miles de millones de pesos, apuntó Rafael Zorrilla Alanís, presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) Puebla.

El director estatal de la Onexpo señaló que, aunque estas tecnologías serán implementadas en la construcción del nuevo ducto Tuxpan-Tula, que está planeado terrminarse a finales de 2019, la petrolera no les ha comentado para qué fecha podrá instalarse en el ducto que ahora está cerrado.

“Esta va a tomar mucho tiempo; mientras, el ducto va a seguir parado, va a seguir sin usarse”, indicó Zorrilla Alanís.

Comentó que aunque la inversión para el uso de las tecnologías supere los miles de millones de pesos valdrá la pena hacerla, pues el año pasado la empresa perdió 30 mil millones de pesos a causa del huachicoleo.

Añadió que el cierre del ducto Minatitlán-México los ha obligado a incrementar el costo de la gasolina entre uno y dos pesos, pues transportar el combustible en pipas les reduce las ganancias a los empresarios.

 

CONFIRMAN ESTRATEGIA

En días pasados el periodista Carlos Loret de Mola adelantó en su columna de El Universal que las áreas de seguridad e inteligencia de Pemex e instancias de gobierno federal trabajaban en nueva tecnología antihuachicoleros.

“Están instalando 10 kilómetros de ductos con megarreforzamiento de acero, hasta siete capas que cubren la manguera y hacen físicamente imposible chupar el hidrocarburo.”, explicó Loret de Mola en su colaboración.

Agregó que tras el análisis de la eficiencia del material, los funcionarios pusieron en marcha la segunda etapa de la prueba, la cual consiste en el remplazo de 10 kilómetros de ductos en los límites de Puebla y Veracruz, catalogada como la zona más vulnerable para el robo de combustible por parte del crimen organizado.

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