A nivel nacional, la petrolera detectó un total de mil 228 perforaciones ilegales en este año

Por: Guadalupe Juárez

A pesar de que en el primer bimestre de este año la entidad poblana registró un incremento en tomas clandestinas, todavía se mantiene en un tercer lugar, por debajo de Hidalgo y Guanajuato.

Mientras en los dos primeros meses de 2017 Puebla contabilizó 229 casos, en enero y febrero de 2018 sumó 246 reportes de tomas clandestinas, de acuerdo con información de Petróleos Mexicanos (Pemex).

A nivel nacional, la petrolera detectó un total de mil 228 perforaciones ilegales en sus ductos, de las cuales Hidalgo concentra la mayoría, con 282 casos en los dos primeros meses de este 2018; seguido de Guanajuato, con 270 tomas clandestinas.

Fue en enero cuando el estado pasó del segundo lugar a nivel nacional a un tercero, con 110 casos, 15 perforaciones menos que lo que registrado en 2017.

Sin embargo, en febrero hubo un repunte al registrarse 136 tomas clandestinas, cuando el año pasado fueron 104 en ese mes.

Al alza, ordeña a ductos

Aunque Pemex actualiza su base de datos entre dos y tres meses después, el conteo efectuado por el Grupo de Coordinación Puebla Segura detectó en la primera semana de abril 162 perforaciones.

El conteo oficial de la petrolera mexicana realizado el año pasado identificó en el cuarto mes 58 casos, lo cual significa que Puebla podría superar la cantidad de robo de combustible.

El gobierno actual contabiliza de enero de 2017 a la fecha dos mil 19 operativos con un decomiso de  seis millones 226 mil 811 litros de combustible robado, tres mil 157 vehículos asegurados, 789 personas remitidas a las autoridades y mil 496 tomas clandestinas selladas.

Huachicoleros cambian el modus operandi

A finales de 2016, al término de la pasada administración estatal, las explosiones en tomas eran recurrentes.

Según fuentes de Pemex, el fuego ocasionado se debía a que las bandas de ladrones reclutaban a personas sin experiencia técnica y al buscar la formación de sus propios grupos delictivos, los huachicoleros ocasionaban en estos ejercicios de aprendizaje las explosiones, las cuales eran comunes y consignadas por los medios de comunicación.

En julio de 2017 fue el último registro de una explosión de una toma en el municipio de Palmar de Bravo, hecho que provocó tres heridos.

De ahí a la fecha, los sucesos no se han vuelto a repetir, a pesar de que por el número de perforaciones ilegales, todavía no disminuye la presencia de las bandas delictivas en la zona dedicadas al ilícito.

Eso se debe a que los grupos criminales son más discretos y ya no han encontrado personas ordeñando a la luz del día, como han señalado las autoridades.

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