La doble moral de José Juan
Después de haber sido uno de sus defensores en el peor momento de la historia reciente de Puebla, José Juan Espinosa Torres ha decidido lanzarse contra el ex gobernador Mario Marín Torres, al calificar su administración como una de la peores que haya habido. ¿Por qué una década después? Porque el ex munícipe de San Pedro Cholula sabe que el Góber Precioso sigue siendo un político altamente tóxico en tiempo de elecciones y porque, fiel a su estilo, pretende hacer creer que el ex mandatario no tienen ninguna relación con Morena Puebla, pese al cúmulo de evidencias que comprueban los pasos de Marín Torres en el partido de El Peje. ¿Será?
Preocupación en el PRI
En el cuarto de guerra del candidato del PRI a la gubernatura, Enrique Doger Guerrero, existe preocupación ante las evidencias del doble juego político que trae el ex gobernador Mario Marín, quien por un lado simula su apoyo al abanderado priista pero, por otro, se encuentra metido de lleno en impulsar la construcción de una estructura político-electoral a favor de Morena Puebla. Enrique Doger sabe que se enfrenta a una durísima batalla y requiere de todos los grupos, mucho más de la robusta estructura marinista, sin la cual se queda cojo en su pelea. ¿Será?
Fepade, tras Eudoxio
Eudoxio Morales Flores, académico con una larga cola que le pisen, anda preocupado. Nunca se imaginó que sus presuntos actos de coacción contra sus alumnos para favorecer a Morena hayan sido evidenciados, y mucho menos que la información haya caído en manos del panismo. Suplente del promotor de la felicidad, Fernando Manzanilla Prieto, candidato a diputado federal por el distrito 12, ahora tendrá que comparecer ante las autoridades federales y hacer frente a las acusaciones que se encuentra en la Fepade. Habrá que ver si eso pone freno a su presunto activismo ilegal. ¿Será?
No tuvo de otra
El nefasto dirigente de Nueva Alianza en Puebla, Emilio Salgado Néstor, se resistió todo lo que pudo y trató de aferrarse con uñas y dientes, pero al final tuvo que entrar al quite y ser quien ocupe la vacante que dejó Mario Adolfo Ramírez Partida, quien renunció a la candidatura al Senado tras una serie de incumplimientos en los acuerdos que tuvo Salgado Néstor. El líder del partido tendrá que dejar su cómodo sillón y deberá recorrer las calles en busca del voto ciudadano, así como gastar su dinerito en la campaña electoral; dinero que, por cierto, huele a desvíos de la Sección 23 del SNTE. ¿Será?
