Lastiri quiere todo
Vaya bronca la que ha generado al interior del PRI el candidato al Senado Juan Carlos Lastiri Quirós en su afán por ser quiencontrole la decisiones del partido e intente meter bajo su redil al dirigente estatal, Jorge Estefan Chidiac, y al abanderado a Casa Puebla, Enrique Doger Guerrero, lo que generó un ambiente de crispación, patadas bajo la mesa y una soterrada lucha. Aún no se sabe en qué terminará el pleito, pero por lo pronto Lastiri Quirós seguirá en ese afán y también en su desesperado intento por mejorar su posicionamiento electoral, el cual esperamos no siga en manos de su jefe de prensa, adicto a sacarse fotos para Facebook en lugar de trabajar. ¿Será?
El factor Anaya
El excelente desempeño de Ricardo Anaya Cortés, candidato presidencial de la alianza PANPRD-MC, sin duda le llevó a considerarse como el ganador del debate y lo pone en la punta de lanza para ir en contra del puntero Andrés Manuel López Obrador. Así pues, no dude que en las próximas semanas los números de las encuestas se muevan a favor del panista. En Puebla se pretende aprovechar ese efecto y el queretano estará no sólo en el arranque de campaña de Martha Erika Alonso, sino que podría regresar en los días siguientes a la entidad. ¿Será?
Impasse morenista
En las filas de Movimiento Regeneración Nacional existe un sentimiento agridulce después del debate. Su candidato, Andrés Manuel López Obrador, se mantiene como el puntero en la carrera presidencial, pero el encuentro sirvió para exhibir no sólo su pobreza discursiva, sino también lo desgastadas que se encuentran sus propuestas electorales. Los pejistas saben que siguen arriba, pero tampoco les fue muy bien como esperaban. Es más, el tabasqueño quedó opacado por figuras como la de Jaime Rodríguez o Ricardo Anaya sin que pudiera hacer algo por él mismo. ¿Será?
El fracaso aliancista
Sin duda uno de los partidos que resultaron un absoluto fracaso es Nueva Alianza. Después de años de ser comandado por Gerardo Islas Maldonado, que logró imprimirle un sello propio, dinámico, fresco, ágil y, sobre todo, que nunca olvidaron que eran cogobierno, ahora nos encontramos con un instituto político que apenas si pudo obtener candidatos para los diferentes puestos de elección popular, a quienes andaban buscando abajo de la piedras. Eso sin contar que el inefable dirigente estatal, Emilio Salgado Néstor, prefirió un abogado que a un maestro como abanderado a Casa Puebla. ¿Será?
