Bitácora 

Por: Pascal Beltrán del Río / @beltrandelrio 

En 2000 sólo hubo tres elecciones de gobernador concurrentes con los comicios federales: Guanajuato, Morelos y el entonces llamado Distrito Federal.

Seis años después, ese número se incrementó a cuatro, con la adición de Jalisco. En 2012, fueron siete, pues se agregaron Yucatán, Chiapas y Tabasco.

El próximo 1 de julio habrá elecciones para renovar el Ejecutivo estatal en nueve entidades, pues también Puebla y Veracruz cambiaron su calendario electoral para empatarlo con el federal.

Por si fuera poco, habrá comicios locales en 30 de 32 estados (municipales en 25). Hace seis años se votó por mil 498 cargos locales en la misma fecha de las elecciones federales. Este año será casi el doble: dos mil 777.

¿Qué efecto tendrá este crecimiento de elecciones locales concurrentes sobre la participación ciudadana en los comicios? A juzgar por el comportamiento de los votantes en elecciones anteriores, probablemente signifique un incremento.

En 2000, las elecciones en Guanajuato, DF y Morelos superaron las tres en participación el promedio nacional (63.97%). En Guanajuato votó 66.71%; en el DF, 70.59%, y en Morelos, 65.33%. Por supuesto, hay que poner un asterisco a Guanajuato por el hecho de que el ganador de los comicios presidenciales, Vicente Fox, es oriundo de ese estado, lo que seguramente hizo crecer el interés en participar.

En 2006, tres de los cuatro estados con elección de gobernador (Ciudad de México, Jalisco y Morelos) estuvieron por encima del promedio (58.22%). Sólo Guanajuato, por debajo.

En 2012, seis de siete estados con renovación del Ejecutivo estatal superaron la participación a nivel nacional (63.08%). Nuevamente, Guanajuato fue la excepción.

¿Qué pasará el 1 de julio con las nueve entidades con elección de gobernador en cuanto a la participación de los votantes? Falta poco para saberlo. Lo que se puede comentar ya es que los estados que no tenían una elección de gobernador concurrente con la presidencial disminuyeron su abstencionismo.

Por ejemplo, Yucatán tuvo una participación de 71.96% en 2000, y de 66.95% en 2006 y brincó a una de 77.42% en 2012, cuando eligió gobernador el mismo día que presidente de la República.

Lo mismo pasó en Tabasco. En 2000 votó 62.72% de la lista nominal y en 2006, 68.22%, mientras que hace seis años la participación fue de 71.28%. Debe destacarse el aumento de tres puntos porcentuales entre 2006 y 2012 porque en ambas ocasiones fue candidato presidencial el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.

Esa tendencia no se cumple con todos los estados, pues Jalisco tuvo una participación mayor en 2000, cuando no tuvo elección de gobernador concurrente (68.21%) que en 2006 (61.77%) y 2012 (64.73%).

No obstante, en la mayoría de los casos, el cambio de calendario ha sido benéfico para atraer a los votantes a las urnas.

 

BUSCAPIÉS

Nestora Salgado, candidata por Morena al Senado y ex comandante de la Policía Comunitaria de Olinalá, no ha sido sentenciada por un juez, pero tampoco ha sido exonerada por secuestro, me dijo ayer en Imagen Radio la presidenta de la organización Alto al Secuestro, Isabel Miranda de Wallace. De hecho, informó, está citada para comparecer ante la Primera Sala Penal, en Chilpancingo, el próximo 25 de junio, a las 11:30 horas, como parte de los procedimientos de una de las tres causas que enfrenta.

Salgado presentará hoy una demanda por daño moral contra el presidenciable José Antonio Meade por llamarla secuestradora en el debate del domingo pasado. Ella tiene derecho a apelar a la justicia si siente dañadas sus garantías, igual que lo tienen quienes afirman haber sido secuestrados por la Policía Comunitaria. Lo que no debe ocurrir en una democracia es que la coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias diga que no va a permitir que Meade haga campaña en las regiones de Guerrero donde actúa dicha organización.

La agricultura fue el sector de la economía que más creció en el primer trimestre del año, de acuerdo con el INEGI: 5.4%. Cuando se habla de hacer reformas al campo y modificar la producción de alimentos, debe ponerse por delante un plan cuya meta sea superar los logros y llevarlos a la parte del país que no se ha beneficiado de la tecnificación. La estrategia en una economía global es clara: cultivos de alta rentabilidad que satisfagan las necesidades de los consumidores y compitan por su calidad.

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